Bajo sospecha media docena de vacunas basadas en adenovirus

La científica Isabel Sola, codirectora del laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, no le parece descabellado el vínculo entre estos extraños coágulos y las vacunas basadas en adenovirus. En el caso de AZ parece que ya se acepta que la vacuna pueda ser la causa de los trombos asociados a trombocitopenia. «Si se confirma también con la de Janssen, sería una hipótesis razonable que el elemento común sea el vector de adenovirus . Y entonces sería probable que las otras vacunas de adenovirus de Rusia y China pudieran causar el mismo problema», opina.

En el mundo ya hay comercializadas contra el Covid-19 cuatro vacunas basadas en adenovirus. Además de las mencionadas, la rusa Spútnik V y la china del laboratorio CanSino están basadas en la misma estrategia. Y, al menos, hay otras dos similares que se ensayan en China y la India, aunque no hay datos sobre si han completado su desarrollo.

Si fallaran las de adenovirus, la campaña no se quedaría solo a merced de los medicamentos de Pfizer o de Moderna. En desarrollo, hay otras como la de Novavax y Sanofi, basadas en una tecnología diferente. Tampoco están basadas en adenovirus los prototipos que están desarrollando los tres grupos de investigación españoles más avanzados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Uno de esos grupos es el que codirige Sola.

De momento, todo son suposiciones . «No sabemos si existe algo especial en este tipo de vacunas o si habrá problemas similares con otras», reconoce Carmen Cámara, inmunóloga del Hospital La Paz y secretaría de la Sociedad Española de Inmunología.

La campaña de vacunación del Covid-19 se ha convertido en el mayor banco de pruebas al que se han sometido las vacunas. Por primera vez, se inmuniza a todos los grupos de población y se hace a gran escala, por millones de ciudadanos. Hasta ahora eran habituales las vacunaciones de niños pero no tanto a adultos jóvenes, donde se están focalizando los efectos secundarios que más preocupa : trombos que pueden ser letales acompañados de un descenso de plaquetas . La literatura médica ya había descrito casos muy raros de descenso de plaquetas tras inyectarles la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas). «No se han visto coágulos porque no tienen edad de tenerlos, pero quizá podría ser la misma reacción que estamos viendo con las vacunas del Covid. Todas las hipótesis están abiertas : o es algo específico de los adenovirus, que sería raro, o un efecto común de la vacunación en adultos jóvenes», propone la inmunóloga.

¿Por qué no se ha visto con otras vacunas hasta ahora? Una de las razones, según Cámara, es que es la primera vez que se inocula a tantos adultos jóvenes a la vez. «En todos los países se ha empezado a inmunizar a personas más mayores donde no se han visto este tipo de efectos secundarios. Quizá, por eso, aún no haya casos relacionados con las vacunas de Pfizer o Moderna», opina.

La razón para Isabel Sola es que es menos probable que esto suceda con las de tecnología ARN. «Estas últimas llevan la información mínima (el RNA de la proteína S) para preparar al sistema inmune, mientras que las de adenovirus además de la proteína S llevan todas las del vehículo. Por tanto, darán una respuesta frente a la proteína S y frente a todas las proteínas del vector».

De momento, el grupo más afectado por los efectos secundarios son mujeres jóvenes de menos de 60 años. Una explicación posible es que las mujeres tienen respuestas inmunes más potentes que los hombres, por causas genéticas y hormonales, y por eso la mayor parte de las enfermedades autoimmunes suceden en mujeres de hasta 50 años . «De confirmarse estas sospechas, se podría pensar en reservar estas vacunas de adenovirus para personas mayores, que tienen una inmunidad menos potente y menos riesgo de problemas autoimmunes».

La recomendación clara de la Sociedad Española de Inmunología es no parar la campaña y continuar inmunizando a los mayores de 60 años , el grupo en el que no hay ninguna duda de que los beneficios de vacunarse superan a los posibles riesgos de sufrir una reacción inmune que desencadene una trombosis.