Anulado el testamento de un hombre de 101 años que favorecía a su empleada con un millón de euros

La mujer, de 53 años, llevaba tres décadas trabajando en la casa, en Bragança (Portugal), y llegó a casarse con el anciano, fallecido dos meses después

Francisco Marcolino y Rita Monteiro, en una imagen de archivo publicada por los diarios lusos Correio da Manhã

22/11/2018 a las 02:54h.

Una mujer de 53 años que trabajaba como empleada de un hombre de 101 años en el norte de Portugal y se casó con él ha visto cómo un tribunal ha anulado el testamento a su favor , que ascendía a un millón de euros.

En efecto, el juez considera probado que Rita Monteiro abusó de la confianza que le otorgaba su relación cotidiana como cuidadora de Francisco Marcolino y le instó no solo a contraer matrimonio, sino a dejarle en herencia la mitad de su patrimonio, valorado en unos dos millones de euros. Dos meses después del enlace, el anciano falleció y entonces sus cuatro hijos decidieron acudir a la vía judicial para frenar las pretensiones de la mujer en cuestión, pues recelaban de que no había jugado limpio.

La sentencia dictamina que el vecino de Bragança no se encontraba con sus facultades plenas para tomar una decisión sobre a quién ceder sus propiedades y su dinero.

Los hijos temieron lo peor cuando comprobaron los términos del testamento, pero no se conformaron. De manera que aunaron esfuerzos para reclamar judicialmente que ellos son los únicos herederos legítimos, mientras que la empleada se autoadjudica el derecho de recibir el 50% del legado .

Rita Monteiro llevaba trabajando 30 años en la casa y era la persona que más trato directo tenía con el anciano. Su boda se celebró el 4 de mayo de 2017 en Ribeira da Pena, a más de 150 kilómetros de donde vivían. Precisamente, esta circunstancia no fue del agrado de los cuatro hijos, que en ningún momento estuvieron de acuerdo con el enlace. Solo seis días después de la ceremonia, un notario de Vieira do Minho registraba el testamento.

Pero el matrimonio solo duró dos meses ya que el señor Marcolino murió en julio pasado. Al parecer, ambos se habían ido aproximando desde que falleció la esposa del hombre de 101 años. Ahí fue cuando los hijos comenzaron a sospechar de las «maniobras» de Rita Monteiro para encandilar al patrón y afianzarse como la principal heredera.

Ahora el juez de Bragança determina que hacía años que el anciano había perdido su «libertad de decisión», hecho que animó a los hijos a iniciar un segundo proceso para lograr la anulación del matrimonio. «Don Francisco Marcolino no podría comprender el alcance del testamento al que había dado luz verde», asevera la sentencia.

Algunas pruebas médicas encargadas por los familiares antes incluso del fallecimiento del patrón revelan que su incapacidad mental databa de 2011, y supuestamente la empleada tenía conocimento de esos resultados.

Había sido la exesposa del anciano la que contrató a Rita Monteiro, quien aseguró en el Tribunal de Bragança que aquella perdió la vida poco después y que, desde entonces, ella misma comenzó a ejercer como mucho más que una simple cuidadora. Con todo, el juez no da por probada semejante relación.

Los hijos alegan que, cuando la mujer se hizo cargo de los asuntos de la casa, vigilaron las cuentas bancarias y se apercibieron de que «desaparecieron» 319.000 euros en una de ellas y 200.000 en otra.