Sor André, la monja de 118 años que ya es la persona más longeva del mundo: «Trabajar me ha mantenido viva»

Aunque ahora está ciega y se desplaza en silla de ruedas, solía cuidar a otros ancianos mucho más jóvenes que ella. «La gente debería ayudarse y amarse en lugar de odiarse. Si compartiéramos todo eso, las cosas serían mucho mejores», explicó la hermana Andre.

Su compañera, la hermana Therese, de casi 89 años, la lleva a misa a la pequeña capilla de la residencia todas las mañanas. Indicó que la hermana Andre tenía «la misión de servir a los demás» y que «su profunda fe la ayuda» a seguir adelante.

La hermana fue celebrada durante mucho tiempo como la europea de mayor edad, antes de que la muerte del japonés Kane Tanaka a los 119 años esta semana la convirtiera probablemente en la persona más longeva de la Tierra.

N acida como Lucile Randon en 1904 en Ales , también en el sur de Francia, los días de la hermana Andre están marcados por la oración, las comidas y las visitas de otros residentes y trabajadores de la residencia, así como un flujo constante de cartas, a las cuales ella responde.

El año pasado, incluso sobrevivió a una infección por Covid-19 , convirtiéndose en un símbolo de esperanza para personas de todo el mundo. Pero ella rechaza las solicitudes de mechones de cabello o muestras de ADN. «Solo el buen Dios sabe» el secreto de su longevidad, dice con una sonrisa.

Si bien está «orgullosa» de ser la persona más anciana del mundo , la hermana Andre repitió el martes que «no es bonito ser viejo, porque antes me gustaba cuidar de los demás, hacer bailar a los niños, y ahora ya no puedo hacer eso».

Pero también tiene un récord que batir: el de Jeanne Calment, quien murió en 1997 en Arles, en el sur de Francia, a los 122 años, la edad más avanzada confirmada alcanzada por un ser humano hasta el momento. Ella piensa que el récord de Calment «está al alcance de la mano».

El estado de la hermana Andre como la persona viva más anciana aún no ha sido confirmado por Guinness World Records, y no existe una institución oficial que otorgue el título. Aunque otras personas se han presentado diciendo que son incluso más ancianas que Calment, sus afirmaciones son difíciles de verificar debido al mantenimiento limitado de registros en gran parte del mundo, incluso a principios del siglo XX.