Alemania vuelve a la casilla de salida de las infecciones

Los partidos que negocian una futura coalición de gobierno, seguramente bajo la dirección del socialdemócrata Olaf Scholz, están preparando un paquete de medidas para frenar esta cuarta ola , una vez que hay sido formado gobierno y que expire la ley de emergencia dictada el año pasado y en vigor hasta el 25 de noviembre. Los grupos parlamentarios de socialdemócratas, verdes y liberales, que cuentan con mayoría parlamentaria en el nuevo Bundestag, ultiman según la prensa un proyecto de ley que sustituya a la ley de emergencia que expira el próximo 25 de noviembre. Ya han adelantado que no tienen intención de prolongar esta situación de excepción y que no harán obligatoria la vacuna, ni siquiera al personal hospitalario, por temor a que los trabajadores del sector opten por marcharse a trabajar en otros países. Lo que están preparando es una normativa que proporcione «una base legal resistente» a las medidas de protección contra el virus, en declaraciones de la jefa de los Verdes Annalena Baerbock.

El proyecto de ley , cuyo objetivo es sentar una base de medidas contra la pandemia a medio y largo plazo, regulará cuestiones como la oferta de test gratuitos, el castigo a los fraudes con certificados de vacunación y el impulso a la vacunación de ancianos con la tercera dosis de refuerzo. También permitirá a los Bundesländer imponer un catálogo de medidas relativas a mascarillas y distancias de seguridad , que podrán estar en vigor hasta el 20 de marzo de 2022, y facilitará los medios necesarios para generalizar la tercera dosis, lo que supone reabrir los centros de vacunación que se habían cerrado en septiembre. Dada la urgencia de la situación y que a las negociaciones de formación de gobierno les quedan todavía varias semanas, los grupos parlamentarios socialdemócrata, liberal y verde han decidido, en una iniciativa sin precedentes, introducir conjuntamente el proyecto en el Bundestag la semana que viene, aunque todavía no haya acuerdo de gobierno definitivo.

En cuanto a la normativa denominada 2G , que solo permite el acceso a espacios cerrados a vacunados y curados de la enfermedad, por el momento es descartado y «solo tiene sentido donde las incidencias sean especialmente altas», según el borrador de proyecto. Pero aunque a escala federal no sea implementada, algunos de los Bundeslasnder sí se muestran a favor de aplicarla, como Baviera. En el estado oriental de Sajonia, donde la tasa de incidencia es de 491.3 , más del doble que a nivel nacional, las personas sin vacunar se enfrentan a las nuevas restricciones a partir de hoy y el resultado que obtenga servirá de referencia para el resto de las regiones.

La vicepresidenta de los Verdes, Ricarda Lang, ha argumentado que la normativa 2G «aumenta la presión sobre quienes, en desacuerdo con la solidaridad, todavía no quiere vacunarse «y ha abogado por hacer que la regla 3G, que permite el acceso a vacunados, curados y testados, sea obligatoria en el lugar de trabajo. «Creo que también se trata de ampliar la protección en el trabajo para aquellos que están vacunados », ha dicho.

La nueva estrategia de protección volverá a estar basada en las pruebas masivas y gratuitas . La idea de presionar a las personas no vacunadas a través de pruebas pagadas no ha tenido éxito. «Ha ocurrido lo contrario, es decir, que en general se realizaron menos test, al tiempo que no se ha visto un repunte significativo de las vacunas». El líder del grupo parlamentario liberal, Marco Buschmann, también se ha pronunciado a favor de la reintroducción de las pruebas gratuitas .

En la deliberación sobre este nuevo catálogo de medidas ha estado participando el actual ministro de Sanidad, Jens Spahn, a pesar de que no pertenece a ninguno de los partidos que negocian el tripartido y que presentarán la ley ante el parlamento. «El ministro también ve que es correcto reintroducir los test gratuitos, según nos ha hecho saber en un intercambio muy constructivo con los socios de la futura coalición», han confirmado fuentes del Ministerio.