Alemania rebaja el IVA a los tampones
Los productos de higiene femenina pagaban los mismos impuestos al consumo que las joyas
El Bundestag votó este viernes la propuesta del ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, para reducir el impuesto a las ventas de tampones, compresas y toallas sanitarias del actual 19% al 7% a partir de 2020, equiparándolo al resto de productos considerados de primera necesidad. Ha contado para ello en el seno de la gran coalición con el consenso de los partidos conservadores, la CDU y la CSU, y si ha sido posible llegar con rapidez a un acuerdo en buena parte es debido a las ingeniosas campañas puestas en marcha por grupos de mujeres, como la lanzada a través de la plataforma change.org de Internet bajo el título «El período no es un lujo» y que ha recolectado más de 180.000 firmas.
«No es de extrañar que este impuesto fuera diseñado así por un parlamento en el que dos tercios de los diputados son hombres», dijo al presentar las firmas ante el Bundestag la activista Jule Schulte. Aunque sin duda la campaña más llamativa fue la idea de The Female Company, que ha publicado un libro titulado «The Tampon Book», de 46 páginas y con artículos sobre la menstruación, ilustrados por Ana Curbelo y Alica Läuger, en cuyo interior incluye 15 tampones, que vendidos como producto editorial, soslayan la carga impositiva y son más baratos, puesto que el IVA aplicado a los libros es del 7%, llamando además la atención sobre el hecho de que los tampones y otros productos de higiene femenina paguen los mismos impuestos al consumo que las joyas , el tabaco o el alcohol. Hasta que la reforma entre en vigor, la firma alemana, GirlsforGirls seguirá recaudando fondos para distribuir tampones y compresas a mujeres pobres de Alemania, que se suma a Cáritas en el reparto de este tipo de productos.
Algunos estados federados alemanes, como Turingia y Bremen, ya han reducido el impuesto o lo han eliminado por completo. El Parlamento Europeo apoya la iniciativa y ha alentado a los Estados miembros a sumarse a esta reforma. España es uno de los países que se sumará a la rebaja fiscal y que aplica a estos productos un IVA del 4%. En otros países europeos, como Hungría, Croacia, Suecia y Dinamarca la tasa de IVA a los productos de higiene femenina se encuentra al mismo nivel que la del vino, el tabaco y las joyas y supera en ocasiones el 25%. Irlanda, en cambio, ha decidido abolir completamente ese impuesto a partir de 2022 y los colectivos de mujeres seguirán haciendo campaña por futuras revisiones en este sentido. «Hemos ganado una batalla, pero hemos de seguir luchando hasta que consigamos extender la política irlandesa al resto de Euorpa y después al resto del mundo», ha dicho Schulte.
En Alemania, la reforma ha generado además un debate político de revisión sobre qué productos deben o no cotizar con una tasa reducida. El diputado socialdemócrata Lothar Binding se ha quejado de que, por ejemplo, «las coronas de Adviento hechas con ramas frescas reciben la tasa impositiva reducida, porque las flores frescas son reconocidas como producto de uso básico, mientras que las coronas y adornos navideños compuestos por ramas secas no», en alusión a lo arbitrario del impuesto del IVA. Binding propone deshacerse de las «reducciones irracionales o social o ecológicamente dañinas» como las de la comida en los cruceros y replantear de forma general la aplicación del impuesto. Hay todavía medicamentos que pagan un 195, al igual que productos como pañales para bebés. La presidenta del Tribunal Federal de Cuentas alemán, Kay Scheller, está de acuerdo y ha declarado en una entrevista concedida al diario Handelsblatt que la razón del creciente número de productos exentos de impuestos debe investigarse antes de agregar nuevas exenciones.
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