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Alemania comienza a cancelar los mercados de Navidad

Merkel pide un indicador hospitalario para evitar «una catástrofe»

El miedo a las restricciones desata la fiebre por celebrar la Navidad en noviembre

Mercadillo navideño de Augsburgo, en Alemania Vídeo: Aumentan las vacunaciones en Alemania ante las restricciones para los no inmunizados - ATLAS
Rosalía Sánchez

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Alemania se prepara para vivir otra Navidad de restricciones. La ciudad de Múnich acaba de cancelar el mercado de Navidad que cada años atrae a más de dos millones de visitantes, debido al «crecimiento exponencial» de los contagios, según el alcalde, Dieter Reiter. «Es una noticia amarga», ha reconocido, pero «la situación dramática en los hospitales y el crecimiento exponencial del número de contagios no me dejan alternativa».

En Berlín también van anunciando en cascada su cancelación los tradicionales mercados navideños de Dahlem. Schloss Charlottenburg, el mercado navideño danés y el mercado del centro de conservación de la naturaleza de Ökowerk, además del de el castillo de Hohenschönhausen y el ayuntamiento de Lichtenberg y los de Alt-Kaulsdorf, Alt-Marzahn en Hellersdorf. En los que todavía hay esperanzas de abrir,« se han implementado varios modelos de mercados de Adviento seguros , con menos puestos, distancias más grandes, números de visitantes aún más reducidos, requisito de máscara y normativas 2G, que no permiten la entrada a no vacunados», explica el responsable municipal Tobias Frietzsche, «pero esos modelos exigen aumentar significativamente los gastos de personal de seguridad que se ocupe de los controles y en muchos casos los costes superan los ingresos esperados».

Con más de 52.000 contagios en las últimas 24 horas y el décimo récord diario consecutivo desde el inicio de la pandemia de incidencia, que asciende ya a 319,5, los presidentes de los Bundesländer se reunirán mañana para tratar de coordinar un catálogo de medidas que estarán centradas en los no vacunados. Las empresas se verán posiblemente obligadas a enviar de nuevo a trabajar desde casa a los no inmunizados y se espera también una nueva norma de restricción de contactos.

La canciller Merkel, que es ya solamente canciller en funciones, ha urgido a establecer un indicador de los ingresos hospitalarios por Covid-19 que permita introducir restricciones adicionales, con el fin de evitar que las medidas lleguen demasiado tarde. El gobierno federal y los estados federados «deben consensuar un límite del índice de hospitalización» , indicador de «la gravedad de la situación en los hospitales», a partir del cual, de manera «vinculante» y en dependencia del contexto regional, se introduzcan medidas adicionales a las ya vigentes, ha defendido en un mensaje a la Federación Alemana de Municipios con motivo de su asamblea general.

«Riesgo de actuar demasiado tarde»

Sin este umbral, les ha advertido, Alemania corre el riesgo de «actuar demasiado tarde» y sería una «catástrofe» tomar medidas únicamente cuando las UCI ya estén llenas. «Y para que quede claro, -ha añadido- al virus le da absolutamente igual si Alemania se encuentra ahora en una fase con un gobierno en funciones, que yo lidero, o en negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno». Con esta frase lacaba las críticas de quienes han sugerido que el gobierno en funciones no debe tomar decisiones significativas, sino esperar a que la nueva coalición de Gobierno, fruto de las elecciones del pasado 26 de septiembre y que está siendo todavía negociada, tome el relevo en el ejecutivo.

Los planes de socialdemócratas, verdes y liberales, los partidos que formarán el próximo gobierno, están preparando una ley para la protección contra enfermedades infecciosas que sustituirá a la situación de emergencia nacional, que expira el 24 de noviembre, pero Merkel critica que ese proyecto no incluya una tasa máxima de hospitalización , a partir de la cual estén justificados los cierres. La tasa acumulada de ingresos hospitalarios en siete días se encuentra en 5.15 por cada 100.000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con covid-19 es del 14.7% de las camas disponibles para la población adulta.

Los Bundesländer han ido implementando además por su cuenta nuevas normas para las empresas , la mayoría de ellas dirigidas especialmente a los empleados no vacunados, que son desterrados a sus domicilios. El problema es que si se niegan, ni las empresas ni las autoridades locales tendrán potestad a partir del 24 de noviembre para obligarlos. El nuevo gobierno planea anclar esta obligación en la Ley de Protección contra Infecciones, lo que significa que solo podrían trabajar en la oficina ya definitivamente los empleados que proporcionen evidencia de que se han recuperado o que han sido vacunados, o que estén dispuestos a hacerse un test diario.

Una negativa del empleado puede resultar cara, como explica el profesor de Derecho Laboral de la Universidad de Bonn, Gregor Thüsing, que considera justificada la retirada de salario a los trabajadores que, por su negativa a cumplir con la vacuna o el test, no puedan entrar en su lugar de trabajo. «Hasta que el empleado recupere su desempeño, tendría que esperar pérdidas salariales», dice Thüsing, que sin embargo descarta que el empleado pueda ser despedido en caso de negativa permanente. Hasta el martes, el 70.2% de la población de Alemania había sido vacunada, el 67.7% con la pauta completa.

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