Desalojados los feligreses que «okuparon» la Iglesia de Boston 12 años para evitar su venta tras los abusos sexuales

Los niños han dormido en la sacristía, se han repartido comidas por debajo de las vidrieras, se han proclamado oraciones y hay velas encendidas. Pero no durará mucho más tiempo. Según cuenta hoy la prensa local, después de que la Corte Suprema se haya negado a escuchar una apelación contra un fallo judicial anterior, los feligreses ahora deben desalojar los locales, y llevará a cabo un oficio de despedida final el próximo 29 de mayo. Un grupo de unos cien feligreses (que han ocupado la iglesia desde 2004) se preparan ahora para dar la batalla. «Vamos a estar juntos, extender la mano y activar a miles de católicos privados de derechos que ya no confían en la iglesia», dice Jon Rogers , el portavoz del grupo, recoge el diario británico «The Guardian».

Según sus comentarios, se encuentran «muy decepcionados» por la decisión del Supremo. La posesió de Santa Francisca Javier Cabrini, que se encuentra a unos 30 kilómetros al sur de Boston y con vistas al mar, retornará a manos de la archidiócesis, que había tratado de desalojar a los feligreses como si fueran intrusos, alegan ellos mismos.

En 2004, la iglesia fue puesta en una lista de alrededor de 70 propiedades católicas de Boston y de cerca de la ciudad que se venden para ayudar a pagar la factura para compensar a los supervivientes de abuso sexual que se produjo por parte del clero. Un año antes, la arquidiócesis había acordado pagar unos 85 millones de dólares para resolver el contenciosos de casi 550 demandas. El año pasado, el periódico «Boston Globe» publicó una exhaustiva investigación en la que apuntó que al menos 571 clérigos habían sido acusados de abusar sexualmente de niños. El escándalo sacudió a la Iglesia y, tras esas revelaciones, la proporción de católicos que asistió regularmente a misa descendió, así como las donaciones a la iglesia, que fueron en caída libre. De acuerdo con la afirmación de Rogers, la archidiócesis quería vender iglesias para reponer las arcas que se están agotando por el estallido de los casos de abuso sexual.

Antes de que todo eso ocurra, una feligresa se ha colado dentro de Santa Francisca Javier Cabrini y ha comenzado una ocupación que ha sumado más de 4.200 días. Desde la archidiócesis se invita a desistir de las ocupacioens y unirse a la plenitud de la vida parroquial.