El porcentaje de población en riesgo de pobreza se estanca por primera vez desde el inicio del crisis

El dato, sin embargo, empeora si se toma en cuenta el indicador Arope (At Risk Of Poverty or social Exclusion), el baremo que utiliza la Unión Europea en su Estrategia 2020, que plantea, entre otros objetivos, reducir la pobreza en el continente. Según esta forma de medición, el riesgo de exclusión se extendió en 2014 al 28,6% de la población, un 0,6% menos que en 2013. La tasa es mayor porque el indicador Arope tiene en cuenta, además de la renta, otras variables, como los niveles de empleo de los distintos miembros de la familia o la capacidad de los hogares para afrontar determinados gastos, como el alquiler o el coste de la calefacción.

«Estamos viendo un estancamiento de las cifras de exclusión después de muchos años de alza. Se ha detenido el aumento pero no hay datos para el optimismo porque prácticamente estamos igual», explica a ABC Gabriela Junquera, coordinadora en Madrid de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), quien además señala que esta leve caída de la tasa «podría responder a la disminución de la población».

Según este indicador europeo, los jóvenes siguen siendo la población más vulnerable, con un 38,2 % de los jóvenes entre los 16 y los 29 años en riesgo de pobreza, 1,8% más que un año antes. La precariedad también amenaza al 61% de las personas en paro y al 18,1% de la población ocupada.

La encuesta revela además que la pobreza entre los mayores de 65 años ha aumentado por primera vez desde 2010 , al pasar del 12,9% de 2013 al 13,7% por ciento de la población en 2014. «Es cierto que puede tratarse del inicio de una tendencia, pero también puede ser un efecto puntual», apunta Junqueras, quien señala que «aún es demasiado pronto para analizar esta subida».

El 13,7% de los hogares españoles manifestó en el momento de realizar la encuesta (primavera de 2015 con datos de los ingresos de 2014) tener «mucha dificultad para llegar a fin de mes», 2,4 puntos menos que el año anterior. Además, el 40,6% de los hogares no se podía permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, mientras que el 39,4% no tenía capacidad para afrontar gasto imprevistos.