¿Por qué 2020 podría convertirse en un año con más incendios?

En el primer trimestre de 2020 han ardido algo más de 10.000 hectáreas , una tercera parte de lo que se quemó durante ese mismo periodo de tiempo en 2019. El número de incendios también ha sido inferior este primer trimestre del año, 1.817 frente a los 2.912 de media que se han registrado esta última década.

En 2019, en esos tres meses se registraron 4.085 incendios, lo que muestra una reducción del 55% con respecto al mismo periodo del año pasado. Aunque se haya registrado una reducción, se ha apuntado a que el 80% de los incendios de este 2020 han sido de matorral y monte abierto , y sobre todo, localizados en el noroeste peninsular.

Las condiciones en 2020 podrían ser similares a las de 2017. «También ha llovido mucho en primavera, han empezado los calores prematuros en mayo y está previsto que el verano sea más cálido y seco de lo normal en muchas zonas de España», informa Mario Picazo, meteorólogo de eltiempo.es.

Pero lo que podría ampliar aún más el riesgo de incendios este verano, tal y como indica Picazo, es que, durante el periodo de confinamiento estricto se ha trabajado menos en el control de nuestros montes , de la vegetación de parques, de dehesas, donde ha crecido más descontrolada que nunca.

«Hay más vegetación que otros años, no solo por el exceso de precipitación que se ha visto estos meses, sino porque no se ha podido controlar», comenta el experto.

En estos primeros compases del verano, habrá que estar muy pendientes de posibles olas de calor, fuertes vientos o incluso de las habituales tormentas secas que podrían desatar algún incendio. Una vez se empiece a secar toda la vegetación, el riesgo de que se propaguen las llamas irá aumentando.

Es posible que junio o julio no sean meses tan problemáticos. Aunque la llegada de periodos secos y muy calurosos, como es habitual sobre todo a finales de julio y principios de agosto , podría marcar un final de verano explosivo.

Hay que tener en cuenta que la previsión estacional en España indica que podríamos tener un verano más cálido de lo normal en todo el país. Y, también, ligeramente más seco de lo común para esta estación.

El abandono rural supone una acumulación de vegetación descontrolada. Por eso, cada vez es mayor el número de grandes incendios forestales con desalojos masivos, pérdidas cuantiosas y fallecidos. No solo se trata de tener medios para la extinción, sino de gestionar mejor la prevención.

España, como muchos otros países de clima Mediterráneo situados en una zona de transición climática hacia un clima más árido, tenderá a ser un país en el que el riesgo de incendios sea mayor.

El aumento del número de olas de calor, la reducción de las precipitaciones o el aumento de los episodios de vientos intensos son solo algunos de los cambios del nuevo clima que ya se están dando con más frecuencia y con los que habrá que lidiar más aún en un futuro.