Los muertos en accidente de tráfico alcanzan su mínimo histórico en 2015, con 1.126 fallecidos

Esta cifra de fallecidos representa el mínimo histórico desde 1960 , primer año en el que se tienen estadísticas, cuando hubo 1.300 muertos, con un escenario de movilidad absolutamente distinto (en 1960 había un millón de vehículos y en 2015 se sobrepasaron los 31 millones).

Con estos resultados de siniestralidad en vías interurbanas España sigue manteniendo la tasa de mortalidad más baja de la historia y ocupa el quinto lugar de países en el mundo con mejor seguridad vial, solo mejorada por Suecia, Reino Unido, Holanda y Dinamarca. Es más, nuestro país se sitúa además, con Reino Unido y Dinamarca, entre los únicos tres de la UE que han conseguido reducir su siniestralidad respecto del año anterior. Motivo por el que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la rueda de prensa de presentación de los datos aseguró –matizando que cada muerte es un drama– que «estamos bien, y vamos bien».

Tanto el ministro como la directora general de Tráfico, María Seguí, fueron desglosando uno a uno los datos del balance de seguridad vial –provisionales– correspondientes a 2015. Entre los datos que destacaron ambos figuró el de la apuesta del Gobierno por la erradicación de las drogas ilegales –también el alcohol, subrayó el ministro– de las carreteras españolas. Fernández Díaz recordó que en España se decomisa el 75% de todo el cannabis que va a Europa y el 40% de la cocaína. «Y eso tiene consecuencias», dijo el ministro, al confirmar que «tenemos un problema, porque el 40% de las autopsias realizadas a conductores muertos en accidentes de tráfico dio positivo en drogas ilegales o alcohol ».

Para poner coto a esta situación, en 2015 se incrementaron de manera significativa los controles aleatorios de detección de drogas ilegales (que alcanzaron los 68.959, de los que un 33% dieron positivo ) y se iniciaron –novedad en 2015– tanto los de detección en conductores involucrados en accidentes (3.489, de los que un 21% dio positivo) como en conductores infractores (3.220, de los que el 59% dio positivo).

Los datos por tipo de vehículo indican un crecimiento en los fallecidos en ciclomotores y motocicletas . En el primer caso, pasan de los 17 fallecidos en 2014 a 28 el año pasado, mientras que las motocicletas aumenta de 170 a 219 víctimas.

La directora general de Tráfico, María Seguí, explicó que entre las causas que explican este aumento están la mayor movilidad registrada en los últimos años, el uso de vehículos más antiguos y mal mantenidos, así como que el aumento del número de conductores que no usaron casco, como ocurrió con los 9 motoristas fallecidos por no llevar casco en 2015, al igual que las 4 víctimas mortales usuarias de ciclomotor y los 17 ciclistas que murieron y tampoco llevaban casco.

De los fallecidos a bordo de un turismo, 141 no llevaban puesto el cinturón en el momento del accidente mortal, frente a los 164 de 2014 . Además, 4 de los menores fallecidos durante 2015 no llevaban el sistema de retención obligatorio. El ministro del Interior hizo en este sentido un llamamiento para que se utilicen los accesorios de seguridad necesarios para cada vehículo. «Si todas las victimas hubieran hecho uso de estos accesorios en 2015, se hubieran producido 71 fallecidos menos en las vías españolas», recalcó Fernández Díaz.

Aunque el dato no figuraba en la presentación realizada a la prensa en el Ministerio, María Seguí destacó que las salidas de vía siguen siendo la principal causa de mortalidad en las vías del país, concretamente suponen el 40 por ciento del total.

Del mismo modo, indicó que se ha reducido el número de muertes en autopistas, que pasan de 264 en 2014 a 213 el año pasado. Sin embargo, las carreteras convencionales siguen protagonizando el porcentaje más alto de siniestralidad. El 81 por ciento de los accidentes en España ocurre en las vías secundarias , mientras que en 2014 este porcentaje era del 77 por ciento. En 2015 han aumentado las víctimas en estas vías en 45 (de 868 en 2014 a 913 el año pasado).

Preguntado por el Reglamento de Circulación que debía haber sido aprobado durante este año, en el que estaba previsto una reducción de la velocidad en las vías convencionales pero un aumento de la misma «en tramos especiales , con previa señalización y solo en vías como autopistas o autovías que cumpliesen determinados requisitos», Fernández Díaz respondió que « no fue posible al final » porque se les «echó el tiempo encima».