El 016 atenderá a mujeres violadas y ampliará el servicio con WhatsApp

Las mujeres tienen que saber dónde llamar, en suma, cuando sufren ataques externos y no pueden estar «bloqueadas» por la parálisis del país ante la convocatoria de elecciones generales. Con este empeño y el punto principal del orden del día se presentó ayer Carmen Calvo , ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, ante los consejeros autonómicos del ramo en la Conferencia Sectorial de Igualdad. Dio luz verde a esta propuesta consumada y hubo acuerdo.

De hecho, los deberes venían hechos desde el Consejo de Ministros del pasado 11 de octubre, cuando el Ejecutivo ya adelantó que el teléfono 016 –que opera en la actualidad un equipo de la empresa Atenzia– contaría con un presupuesto ampliado, que crecerá de 1,049 millones de euros a 1,9 millones entre los ejercicios 2020 y 2021. El Ejecutivo prevé que el próximo verano se redacte un nuevo contrato (que se saque a concurso público) y se adjudique el servicio a la empresa que sea capaz de ofrecer ya un incremento de sus funciones. A saber, que se realicen trabajos e investigaciones sobre las llamadas (para lo que se consignan 150.000 euros adicionales) y se habilite el servicio que presta el 016 a toda forma de violencia sobre una mujer.

Los últimos datos sobre violencia sexual disponibles en el Ministerio del Interior son de 2018, cuando se interpusieron 10.727 denuncias por abuso y agresión sexual y 443 por acoso .

Se plantea también añadir servicios mucho más modernos para fomentar la comunicación con estas mujeres, a través de canales como las redes sociales y la atención telefónica vía WhatsApp. La ampliación del servicio cristalizó con la puesta en marcha de un correo electrónico cuya dirección es 016-online@mscbs.es . En una información facilitada por el Ministerio, se valora que «esto supondrá un notable incremento en el número de personas que accederán al servicio, de las prestaciones ofrecidas por el mismo y en la adaptación del servicio a ellas».

Poco tiempo después de activarse, Miguel Lorente , exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género y director de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Granada, hacía balance del 016, que ha computado más de 860.000 llamadas en esta travesía. Cuando se lanzó el teléfono 016 para atender a las víctimas de violencia de género, el 80% de las que llamaban eran mujeres. Pero, del total de entradas que computaban por terceras personas, seis de cada diez llamadas las hacían hombres insultando a las psicólogas y trabajadoras operadoras del teléfono. Las menospreciaban a ellas y también, en tono más neutro, a las políticas de igualdad. Ello hizo que la confidencialidad pasase a ser clave en las instalaciones en Madrid del 016.

Aun hoy, el personal sigue rememorando con miedo las veces que se ha presentado en la puerta algún agresor machista, porque las trabajadoras sociales, abogadas y psicólogas que atienden el servicio han ayudado a sus parejas o exparejas a salir del círculo de maltrato a las que las tenía sometidas.

En este tiempo, el punto álgido se vivió en 2016, con más de 85.000 llamadas. Este récord no se ha visto empañado por los vaivenes derivados de la reducción del presupuesto o el cambio de«manos» al adjudicar el concurso a otra empresa (antes la regentaba Arvato). También se vio involucrado en alguna cruzada política, como cuando la exministra responsable, Dolors Montserrat , pidió que se incorporase en sus competencias la atención a hombres.

El 016 es gratuito y está activo todo el año , las 24 horas del día. No deja rastro en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada porque hay terminales donde queda registrado en la lista de llamadas salientes.

De acuerdo con la información facilitada por Igualdad, ayer Estado y comunidades cerraron dos medidas más: la constitución de un grupo de trabajo que proponga medidas contra la trata con fines de explotación sexual. Y la necesidad de afianzar la seguridad en los puntos de encuentro familiar para detectar posibles casos de violencia sobre los hijos que allí se intercambian.