La madre de las gemelas de Oviedo: «Abandonamos España buscando la seguridad lejos de nuestro maltratador»
La progenitora de las hermanas que se precipitaron al vacío se ha ido a Rusia tras denunciar al padre por violento
El último plan de Aleksandra y Anastasiia
El colegio de las niñas se siente señalado
A. Arce y E. Montañés
Oviedo
Ni rusofobia ni 'bullying'. Las autoridades policiales cerraron el caso de las muertes de Aleksandra y Anastasiia de forma muy rápida. En apenas cinco días la investigación se había remitido al juzgado. Enseguida informaron de que no había implicación de terceras personas ... y las adolescentes rusas no presentaban indicios de violencia. Pero las llagas, según la madre de las jóvenes, iban por dentro. Es la primera vez que Olga Glebova habla desde la pérdida de sus hijas, algo que como es natural la está desangrando por dentro, pero sí quiso el último día del pasado mes de julio enviar una carta al periódico de Vocento 'El Comercio' después de regresar a Rusia y de que su pareja interpusiera unos días antes una denuncia por sustracción internacional del niño pequeño de la pareja.
El último plan de Aleksandra y Anastasiia
Érika MontañésLas rutinas de las adolescentes rusas se mantuvieron en los días previos a su suicidio. Chuches, juegos y lectura en el parque del Caballo, y la fiesta por su 12 cumpleaños: fue una muerte sin señales visibles aunque todo Oviedo las busca
Olga se expresa, rota por el dolor, por varios motivos, algunos de ellos los especifica de su puño y letra en su escueta misiva, pero el principal está claro. El pasado junio solicitó ayuda a la comunidad rusa en España y acudieron a los servicios jurídicos del servicio de Igualdad del Principado. Decidieron interponer una denuncia por violencia de género que ha tramitado el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Oviedo y que según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias sigue su curso: en su relato ante la juez denunció a Igor Zuev, el padre de sus tres hijos, por presuntos malos tratos que eran continuados en el tiempo.
Glebova contó vejaciones y episodios de control absoluto y maltrato psicológico salvo una vez que ejerció violencia física contra ella.
Control absoluto
En la carta habla en plural, porque Olga hizo las maletas para volver a su país junto a su hijo, Arsiny, de 10 años: «Abandonamos España de forma, de momento temporal, completamente desolados por la trágica muerte de Aleksandra y Anastasiia, a quienes por desgracia nunca más recuperaremos» para –añade– «buscar la seguridad física y psíquica lejos de nuestro maltratador».
La muerte de las dos muchachas desoló por completo a una capital asturiana donde el suceso irrumpió en plena campaña electoral del 28M. El 19 de mayo fue un día negro en la historia de la ciudad, rubricó el alcalde, Alfredo Canteli. Los candidatos suspendieron los mítines y los vecinos aguardaron con prudencia y silencio el 'carpetazo' policial al suicidio de ambas niñas, que se arrojaron desde un sexto piso al vacío en el interior del patio de luces de la calle Facetos de Oviedo. Eso sí, los testigos y personas cercanas a la familia descartaron pronto que las jóvenes estuviesen sufriendo discriminación por su origen en el colegio público del barrio de La Ería, que en todo momento repudió las acusaciones y señaló que la convivencia de los alumnos de más de 80 nacionalidades en el centro se desarrolla sin problemas.
Siempre según la denuncia interpuesta en el juzgado por Olga, las dos niñas estaban sufriendo la constante ira de su progenitor. Uno de los capítulos que narró, siempre según la mujer, es que su marido encerraba a su familia en casa y les impedía salir a la calle. De hecho, incluso comentó que él le había arrebatado el pasaporte porque ella le advertía que se iría a Rusia con su descendencia. Olga compartió igualmente con la juez que desde hace tiempo Igor tenía un problema con la bebida.
La todavía esposa de este ruso proucraniano niega también que por su lugar de procedencia hayan tenido problemas en el Principado y asegura que se fue a su país, junto a los suyos, viajando con todos los trámites legales y pasando los controles pertinentes de seguridad y documentación a través del aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez, después de que el juzgado comunicase a Zuev la imposición de una orden de alejamiento respecto de ella y del benjamín de la familia. Olga niega por tanto la sustracción de Arsiny frente a la denuncia interpuesta por su marido y reitera que su salida de España es «temporal».
Demanda de divorcio
Sí ha interpuesto, según comunica a 'El Comercio', una demanda de divorcio en su país y se encuentra en estos momentos bajo tratamiento psiquiátrico, al igual que su hijo pequeño, para tratar de sobrellevar la tragedia que los ha golpeado. «Espero que nadie tenga que pasar por lo que estamos pasando», desea Olga en su escrito. «Desde que llegamos a Rusia –prosigue a 'El Comercio'– Igor escribe de forma insistente por teléfono a mis padres, de salud precaria, y a otros familiares tratando de ejercer presión con insultos constantes hacia mí».
Aleksandra y Anastasiia se habían levantado ese viernes gris para ir al colegio como todos los días. Aguardaron a que su padre acompañase a su hermano al mismo centro donde ellas estudiaban, a 700 metros de su casa. Cuando su progenitor salió del edificio, subieron dos pisos, dejaron sus mochilas en el rellano y se arrojaron desde una ventana interior seis pisos de altura. Alertado por los gritos de una vecina, Igor encontró sus cuerpos al regresar.
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