Cada una de las 400 españolas implantadas con prótesis mamarias ilegales en Francia recibirá 5.000 euros
El mayor fraude sanitario del mundo
Un despacho de abogados consigue que el Tribunal Supremo francés reconozca la indemnización a las demandantes, lo que supone que la certificadora afrontará el pago de dos millones de euros solo en España
Al menos 18.000 españolas, víctimas del mayor fraude sanitario del mundo por las prótesis mamarias PIP
Detalle de dos prótesis mamarias de silicona, las cuales no hacen parte de la producción de la empresa francesa PIP
Un total de 400 damnificadas españolas y otras tantas afectadas de otros países europeos están de enhorabuena al reconocer el Tribunal Supremo francés la implicación de la empresa certificadora en el conocido caso de las prótesis mamarias adulteradas que se implantaron durante años.
En ... estos litigios en Francia, el despacho español BCVLEX en colaboración con las abogadas locales Lorena López Yuste y Dolores Lassa Alcaire, representan a casi 400 mujeres españolas afectadas por los implantes mamarios PIP, así como a decenas de mujeres de otras nacionalidades (francesas, británicas, alemanas, checas, italianas, sudafricanas, etc.). BCV representa también a clínicas y profesionales médicos que se han visto afectados económicamente por el escándalo.
El reconocimiento del Alto Tribunal galo abre la puerta a indemnizaciones que irán desde los 5.000 euros, para todas aquellas personas que no sufrieron efectos secundarios, hasta el monto total al que hayan ascendido las consecuencias de implantarles unas próstesis fabricadas con silicona industrial.
En declaraciones del director del despacho de abogados BCVLex, Carlos Villacorta, «se trata de una muy buena noticia por el reconocimiento del daño que han infligido a miles de mujeres que confiaron en un sistema de controles que falló y que permitió que le implantaran unas prótesis que ponían en serio riesgo su salud. No puedo imaginar la angustia que han debido pasar al conocer que llevaban dentro una bomba de relojería».
El escándalo se destapó en 2010, cuando se supo que la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP) fabricaba y comercializaba desde el año 2002 implantes mamarios fabricados gel de silicona «casero», hecha a base de silicona industrial en lugar de la silicona autorizada para los productos médicos, denominada Nusil.
Tras descubrirse el fraude de PIP, miles de usuarias interpusieron demandas ante diversos tribunales solicitando una indemnización contra el fabricante PIP, sus aseguradores y contra TUV Rheinland France y TUV Rheinland LGA, que participaban desde 1997 como organismos de certificación de dichas prótesis por no cumplir las normas sanitarias.
Las primeras demandas se interpusieron en 2014, y desde entonces varios tribunales de apelación se han pronunciado sobre la responsabilidad de los organismos certificadores. Estas sentencias han sido recurridas ante el Tribunal Supremo tanto por las dos empresas como por los demandantes.
En este sentido, el Tribunal de Casación acaba de confirmar la responsabilidad de las sociedades TUV, indicando entre otras cosas que «TÜV Rheinland (..) incumplió sus obligaciones de control, prudencia y vigilancia en el ejercicio de su misión profesional, [y] la responsabilidad profesional de TÜV Rheinland France está probada«.
El más Alto Tribunal del país ha revocado parcialmente la sentencia dictada por el Tribunal de Apelación de París el 20 de mayo de 2021, que había fijado una limitación de responsabilidad que abarcaba el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2006 y el 6 de abril de 2010. Además, ha revocado en su totalidad la sentencia dictada por el Tribunal de Apelación de Versalles el 14 de enero de 2021, que había negado cualquier responsabilidad por parte de los organismos de certificación.
40.000 personas aguardan la indemnización
Estas decisiones son importantes para todas las acciones en curso y para los 40.000 usuarios de prótesis PIP de todo el mundo que esperan recibir una indemnización por sus pérdidas.
egún los letrados, aunque la batalla judicial no ha terminado, estas resoluciones de la más alta jurisdicción francesa allana significativamente el camino para que las víctimas, esencialmente mujeres de todo el mundo portadores de las prótesis defectuosas, sean adecuadamente compensadas por los perjuicios sufridos como consecuencia del fraude y de la falta de supervisión de las entidades encargadas del control de calidad de dichos productos.
Las víctimas dieron su testimonio durante el juicio celebrado en Marsella y que comenzó en el año 2013 de los efectos indeseados de esas prótesis con relatos estremecedores.
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Las empresas TUV llevaron a cabo su certificación de las prótesis rellenas de silicona IMGHC a partir de abril de 2001. En consecuencia, las personas con implantes fabricados en 2001 y años anteriores no son portadoras de implantes defectuosos.
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