Manual de salud para cuarentones

1. No tenga miedo a ir al médico, no le hará parecer más débil

La Encuesta Nacional de Salud muestra lo diferentes que son hombres y mujeres a la hora de proteger su salud. Aunque ellas han asumido los malos hábitos masculinos (fuman y beben más, están sometidas al mismo estrés, comen peor...), tienen una ventaja: la visita al médico está incorporada a su rutina, quizá porque desde su juventud buscan consejo anticonceptivo. La encuesta muestra cómo ellos tienen una percepción mejor de su salud que las mujeres, consultan menos al facultativo y consumen menos fármacos. «Quizá, simplemente se encuentran bien, pero lo cierto es que los hombres viven menos que las mujeres, tienen más enfermedades y mueren antes. En España, la esperanza media de vida es seis años menor en los hombres que en las mujeres», recuerda Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología del Hospital La Zarzuela, en Madrid. En su opinión, pesa un componente cultural, en el que el hombre debe demostrar su fortaleza y parecer enfermo le hace débil.

2. Controle los kilos de más y el perímetro de su cintura

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que Europa se enfrenta a una crisis de obesidad «de enormes proporciones». Dentro de 15 años, seis de cada diez mujeres y siete de cada diez hombres europeos tendrán sobrepeso y con él todos los problemas relacionados con los kilos de más. Desde problemas cardiovasculares y diabetes a algunos cánceres como el de mama y colon. Este informe alude a la situación española y pinta un panorama preocupante en el que los hombres vuelven a salir peor parados. Se espera un 30% de obesidad (hombres, 36%; mujeres, 21%) y un 70% de sobrepeso (hombres, 80%; mujeres, 58%).

El perfil de la cintura es clave. A partir de los 50 años la grasa se almacena con más facilidad y empieza a perderse masa muscular. En las féminas la grasa tiende a acumularse en las nalgas; en los varones, en el abdomen, y esto es más peligroso para la salud cardiovascular.

3. Sepa cómo reconocer el dolor de pecho peligroso

Entre los 40 y los 45 años debería hacerse la primera revisión médica cardiovascular básica. Es importante conocer las señales de alarma que indican que algo no funciona bien en nuestro sistema cardiovascular. «Hay que estar alerta a avisos como la aparición de dolor de pecho al hacer esfuerzos, el corazón acelerado con latidos irregulares, mareos o pérdida de conocimiento, cansancio excesivo o falta de aire, hinchazón de tobillos...», señala José Ángel Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Quirón Madrid. El dolor en el pecho debe interpretarse como «una opresión intensa en el centro del pecho, que podría irradiarse al cuello, hombros o brazo izquierdo, acompañado de malestar general, sudoración y náuseas». Se debe tener en cuenta que algunos infartos pueden ocurrir sin dar síntomas, especialmente en pacientes diabéticos.

4. ¿Una aspirina diaria previene el infarto?

Dosis bajas de aspirina ayudan a prevenir la recurrencia en pacientes que ya han sufrido un infarto o enfermedad coronaria. «No se ha establecido claramente sus ventajas en personas sanas para prevenir el infarto. Debe de ser el médico quien lo prescriba», advierte el cardiólogo José Ángel Cabrera.

5. El sexo es bueno, practique el «sexexercise»

Hay estudios que demuestran que los hombres con mayor actividad sexual viven más años. El urólogo Ignacio Moncada recuerda un famoso estudio realizado en una localidad de Gales (Caerphily) en el que se demostró que la mortalidad por enfermedad coronaria era un 50% más baja en los hombres con una frecuencia alta de orgasmos frente a los que tenían una frecuencia baja. «Es difícil explicar una relación claramente causal y sin duda tiene que ver con un mejor estado de salud global. Probablemente los hombres que mejor se encuentran son más activos sexualmente aunque no cabe duda de que el sexo supone un cierto ejercicio, lo que se ha dado en llamar el “sexexercise” y que resulta altamente positivo para la salud», señala.

6. Testosterona contra la «menopausia» masculina

El varón mantiene hasta muy tarde una producción de testosterona y de espermatozoides y por lo tanto no se produce una menopausia como la de las mujeres. Sí hay un declinar de estas funciones que puede dar lugar a síntomas de bajo deseo sexual y decaimiento físico como falta de energía, que se define como andropausia. «La reposición de los rangos normales de la testosterona hace recuperar un deseo sexual normal y hace mejorar los síntomas físicos presentes. No obstante, es importante que este tratamiento sea indicado por un médico para que dictamine si realmente el paciente se va a beneficiar», apunta el especialista de La Zarzuela.

7. Si su madre y su hermana tuvieron cáncer de mama...

Haga memoria. Si su madre o su hermana tuvieron cáncer de mama, a usted también le incumbe. Consulte a su médico sobre su riesgo oncológico. Existe un vínculo entre el cáncer de mama hereditario y el de próstata en los varones. Un hombre también puede tener un cáncer de mama. El porcentaje es muy pequeño pero es real.

8. Vigile sus lunares (también los de la cabeza)

El cáncer de piel no distingue a hombres de mujeres. Aunque ellos piensen que toman menos el sol, el cáncer de piel más agresivo - el melanoma- es más prevalente en varones y también tiene peor pronóstico en ellos. «Esto se debe al retraso en su diagnóstico y al menor rigor con la protección solar», advierte el catedrático Salvador González, dermatólogo en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York y en el Grupo de Dermatología de Pedro Jaén, en Madrid.

Los hombres utilizan menos cosméticos y eso incluye también a las cremas fotoprotectoras. Tampoco se vigilian los lunares y les cuesta más ir al dermatólogo para su examen y evaluación. «En mi práctica clínica de cada cinco pacientes, uno es un varón, y no siempre acuden por propia iniciativa», apunta este especialista. Su consejo es que recurran a la fotoprotección oral (pastillas con antioxidantes que ayudan a reducir el daño solar) y medios físicos como el uso de gorros y camisetas con protección.

Tapar la cabeza es clave en el hombre. Las mujeres tienen menos problemas de alopecia, pero la población masculina es más susceptible a sufrir lesiones en el cuero cabelludo. Cuando el cabello clarea expone sin protección esta zona «y allí son muy frecuentes las neoplasias escamosas, un cáncer cutáneo que no es melanoma. Son consecuencia de dosis acumulativa de radiación solar», explica Salvador González.

9. No tome más de dos copas de vino al día para burlar al ictus

El ictus (infarto o hemorragia cerebral) no es solo un problema de mayores. Los casos aumentan a partir de los 55 años, pero a los 45 no son excepcionales. Según un estudio publicado en «Stroke» (ictus), el consumo de alcohol en esta etapa de mediana edad podría elevar las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular más que la hipertensión o la diabetes. «No hay ninguna duda de que el alcohol consumido en exceso es un factor de riesgo claro para todos los tipos de ictus», señala Daviz Ezpeleta, neurólogo del Hospital Quirón Madrid. Sin embargo, hay estudios que asocian un menor riesgo de ictus con un consumo moderado. «Hablamos de dos copas de vino al día. Los beneficios vendrían de sus componentes no alcohólicos», explica. Este especialista se refiere a los antioxidantes y a otros menos cuantificables como los beneficios que produce la socialización de compartir un vaso vino. «¿Qué produce el pretendido beneficio? ¿La pequeña cantidad de alcohol ingerida, los componentes no alcohólicos de la bebida o los efectos neuroquímicos de compartir un trago con los amigos?», apunta Ezpeleta.

Otro truco para cuidar el cerebro es añadir a la dieta mediterránea clásica, frutos secos y hacer deporte, claves en la neuroprotección.

10. No tema a la colonoscopia, ya no duele

El cáncer colorrectal es el tumor maligno más frecuente en España y su incidencia es ligeramente superior en la población masculina. «Todas las personas a partir de los 50 años o antes deberían realizarse alguna prueba diagnóstica, bien una colonoscopia o una detección de sangre oculta en heces. El 70% de los casos se dan en personas sin antecedentes familiares», advierte Guillermo Payeras, jefe de Aparato Digestivo del Hospital General de Villalba, en Madrid. «La introducción de la sedación ha ayudado a realizar exploraciones con mejor calidad y una mayor aceptación por parte de los pacientes», dice. Las señales de alarma son anemia, pérdida de peso no justificada y alteraciones persistentes en el ritmo intestinal, por eso es importante hablar de estos cambios sin vergüenza con el médico. La obesidad, el sedentarismo y la dieta rica en grasas y carne se ha relacionado con este cáncer.