Greenpeace denuncia por la vía penal a la Armada por el incidente de Canarias

Greenpeace acusa al oficial al mando del "Relámpago" -el buque de la Armada que vigilaba el perímetro de una milla de exclusión decretado en torno al punto de perforación- y a los tripulantes de sus lanchas neumáticas de aquella jornada de un delito de lesiones por imprudencia grave y de otro de daños.

En su denuncia, los ecologistas subrayan que las embarcaciones auxiliares del buque de la Armada "embistieron en repetidas ocasiones contra las lanchas neumáticas de Greenpeace" cuando estas se aproximaban al barco de las prospecciones, lo que provocó "la caída al mar de una de las activistas, que sufrió una fractura abierta de tibia en la pierna izquierda". "Otros dos activistas también resultaron heridos y las embarcaciones de la organización quedaron altamente dañadas".

Los ecologistas consideran que la actitud de las autoridades durante esta protesta "fue desproporcionada e imprudente, defendiendo los intereses de una multinacional", según el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez.

Greenpeace insta además al Ministerio de Industria a que dé "por caducada definitivamente la autorización que concedió a Repsol para buscar petróleo o gas en esas aguas" al este de Lanzarote y Fuerteventura y "escuche a la sociedad canaria, que no desea un modelo energético basado en fuentes peligrosas y contaminantes, sino un modelo sostenible con energías renovables".

Resalta también que la activista italiana que sufrió las peores lesiones ha pasado desde entonces por "dos operaciones quirúrgicas y se encuentra en el proceso de rehabilitación para recuperar toda la movilidad" en la pierna fracturada.

La colaboradora de la asociación ecologista herida en esa protesta fue rescatada del agua por uno de los tripulantes de las lanchas de la Armada y trasladada de inmediato a un hospital de Gran Canaria para que recibiera atención médica.