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El precio del bacalao sube un 6% en Navidades y el de la lubina y el salmón cae un 4%

Los consumidores gastan lo mismo que el pasado año, pero castigan a los productos que más se encarecen

El precio del bacalao sube un 6% en Navidades y el de la lubina y el salmón cae un 4% MATÍAS NIETO

M. TRILLO/L. DANIELE

La «hipersensibilidad» de los españoles a las variaciones de precios marca la cesta de la compra que se llevan estos días a casa para las fiestas navideñas. Las mayores alteraciones se dan en los productos frescos y, particularmente, en los pescados. Mientras que el bacalao cuesta ahora un 6% más que a principios de noviembre, la lubina y el salmón han bajado un 4%, según datos facilitados por la consultora Nielsen.

En general, el mercado de frescos ha crecido un 3% en las dos primeras semanas de diciembre, gracias a que los españoles incrementan notablemente este mes sus compras de carne, pescado, frutas y verduras.

Frente a las subidas de algunos productos, los consumidores están encontrando otros que se han abaratado para sustituirlos. En este sentido, la compra de salmón ha crecido un 35% y la de lubina un 30%, mientras que la de besugo ha disminuido un 25% y la de bacalao un 22%.

También en las carnes se aprecian diferencias. Las oscilaciones más significativas se dan en el porcino, cuyo precio ha caído un 3% y su compra ha aumentado el 6%, y en el ovino, que se ha encarecido un 3% y su compra se ha reducido el 13%.

Otra importante variación de precio se da en las uvas, que son ahora un 16% más caras y que se venden un 19% menos. En cambio, según los datos de la consultora, el marisco se mantiene en los niveles de consumo habituales del año, sin que «se aprecien oscilaciones notables al alza o a la baja en precios».

Con todo, «2014 ha sido, de los dos últimos años, el que mayor bajada de precio ha registrado en producto fresco», a lo que ha contribuido «la guerra de frescos en la distribución para atraer a los consumidores a las tiendas», explica a ABC Asís González de Castejón, analista de venta al detalle de Nielsen. Así mismo, indica, «ha sido un buen año de cosechas y producción, lo que ha contribuido a la bajada de precios».

Planificación «al milímetro»

El consumidor recompensa las bajadas de precio y castiga las subidas. Con la compra «planificada al milímetro», acuden al hipermercado o al supermercado «a la caza y captura del precio más competitivo aunque permitiéndose más alegrías que en los años de dura crisis», asegura un informe de la citada consultora.

González de Castejón explica que los españoles, del mismo modo que en alimentación envasada tienden a ser infieles a las marcas y a cambiar en función del precio, con los frescos también compran aquellos productos que perciben que han bajado de precio y penalizan aquellos que los han subido. En definitiva, «el consumidor se aprovecha de los productos concretos que más bajan de precio para adquirirlos en mayor medida que aquellos que suben».

Según el analista, «la hipersensibilidad de los consumidores se ha gestado durante la crisis y se mantendrá en el futuro». Ya no es «una tendencia eventual, sino que el consumidor la ha interiorizado por completo y ha desarrollado un alto grado de percepción en torno al precio, qué productos suben, cuáles bajan, compara entre establecimientos, etc.», explica.

El portavoz de la organización de consumidores Facua, Rubén Sánchez, apunta que las grandes superficies y mercados «no tienen comportamientos definidos ni generalizados». «Hay muchas superficies que suben mucho los precios a medida que se acercan las fiestas navideñas y otras que los bajan», indica Sánchez, quien aconseja hacer las compras con un margen de tiempo y congelar los productos que se van a servir en la mesa, sobre todo si se trata de pescado o marisco.

Pese a que las cenas de Nochebuena y Nochevieja pueden suponer un gasto importante, suelen ser las partidas que menos recorte sufre en el presupuesto familiar. Según un estudio sobre hábitos de consumo de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), solo un 1% de los hogares tiene previsto reducir este año el gasto en la comida de Navidad.

Crece el optimismo

La mitad de los encuestados asegura también que en general tienen previsto gastar lo mismo que en 2013. «Los datos generan una cierta dosis de optimismo. Es la primera vez en dos años que el consumidor dice que en estas fiestas tiene pensado gastarse lo mismo y no menos que el año anterior», explica a ABC, David Hurtado, portavoz de CECU.

Los dulces navideños son de los productos que más cambios han registrado en el patrón de consumo de los españoles. Según Nielsen, el nuevo clásico de la bandeja de Navidad es el chocolate. Más de la mitad del gasto de los españoles en productos navideñas (56,1%) gira precisamente en torno a esta gran tentación, en detrimento del turrón de Alicante y Jijona, cuyo consumo solo representa el 10%.

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