Ludovine Lutheil: «La familia ha estado más preocupada por su economía que por el bien común»

Desde mayo de 2013, este movimiento lleva adelante no solo multitudinarias manifestaciones en París y en todo el país, sino también una serie de originales e inéditas protestas con un solo objetivo común: la derogación de la llamada «Ley Taubira». La norma, aprobada en abril de 2013 por la Asamblea Nacional Francesa, dio luz verde al matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de las parejas gays facilitadas sobre todo por las técnicas de reproducción asistida o vientres de alquiler.

Ludovine, que ha pasado por Madrid para participar en el XVI Congreso de Católicos y Vida Pública, considera que «la democracia tiene un problema cuando no escucha a la sociedad». «Las movilizaciones en Francia a favor de la familia -apunta- defienden una cuestión tan básica y universal que han planteado un problema a la democracia. ¿Qué se puede pensar de una democracia cuando un Gobierno no es capaz de escuchar a la sociedad?».

Pese a la indiferencia del Gobierno, Ludovine asegura que «no se puede hablar de fracaso de la sociedad civil». «Hay todo un trabajo de preparación que va a permitir cambiar las cosas los próximos años. No hay que cejar en el empeño e intentar ser creativos en el modo de protestar», aseguró. Dentro de una semanas, este movimiento de resistencia cívica va a lanzar una campaña para invitar a las familias francesas a hacer sus declaraciones de la Renta en papel en lugar de internet y a pagar el impuesto en el último trimestre en lugar de mes a mes. «La medida entorpecerá la tarea del Estado. Es una forma de protesta pacífica», indicó esta mujer, que no cree que la solución a los problemas esté en «una revolución sino en la búsqueda pacífica del bien común».

Para esta activista, que durante ocho años fue responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal Francesa, el actual Gobierno de Francois Hollande está llevando adelante «una deconstrucción de lo que hasta ahora había sido una política familiar de la cual los franceses estábamos orgullosos».

Estas leyes que reconocen nuevos tipos de familias (monoparentales, homoparentales, recompuestas), afirma Luvine, «son ilegítimas y aberrantes porque no están basadas en la realidad de la humanidad». La presidenta de la «Manif pour Tous» atribuye el avance de esta ideología «apoyada por la izquierda» a los lobbys gays, que, a pesar de ser minoritarios, «llevan años haciendo su trabajo». «En los últimos 30 años, las familias, en cambio, han estado más preocupadas por su éxito financiero que en los valores y en hacer una labor común», aseguró.

Pese a España ha dado marcha atrás en su reforma de la ley del aborto, Ludovine se mostró optimista. «El trabajo que se ha hecho no es inútil. Sería una pena que se perdiera», aseguró la presidenta de «La Manif pour Tous», quien añadió que la decisión del Gobierno español de retirar el anteproyecto de ley «no fue gratuita». «Ha tenido mucha presión internacional. Toda Europa tenía los ojos fijos en España», indicó.

En esta línea, destacó que la manifestación provida que tendrá lugar el 22 de noviembre «va a influir en la democracióa española».