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El populoso Nápoles del s. XVIII hecho belén

Carlos III y su esposa María Amalia de Sajonia trajeron a España la moda del nacimiento napolitano rococó repleto de anécdotas y detalles

El populoso Nápoles del s. XVIII hecho belén Museo nacional de escultura de Valladolid

mónica arrizabalaga

«Carlos III se lo pasaba en grande montando su belén napolitano», afirmaba el escenógrafo del Belén del Príncipe, Armando Piscitelli, cuando en 2002 vino a Madrid a recomponer la escena navideña en miniatura que el monarca encargó para su hijo, el infante don Carlos. ... Puede que fuera mucho imaginar y que tan solo colocara alguna de las figuras que el monarca y su esposa María Amalia de Sajonia se trajeron de recuerdo desde Nápoles y que instalaron por primera vez en la Navidad de 1759 en el Palacio del Buen Retiro. Un gesto, por otra parte, absolutamente natural para cualquiera que posea un universo en miniatura de pastores, taberneros, aristócratas, mendigos, hilanderas, comerciantes y todo tipo de personajes como los que pueblan los belenes rococós napolitanos desde el siglo XVIII, junto al Misterio y al vistoso cortejo de los Reyes Magos.

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