Dallas empieza a salir de su cuarentena

En este grupo están la prometida de Duncan –que tuvo que hacer el duelo por su novio confinada en una casa cuyo localización no ha sido desvelada- y los tres familiares de esta que compartieron apartamento cuando el enfermo tenía graves síntomas durante un fin de semana. Los cuatro acabaron anoche su cuarentena.

El fin de este periodo de observación de estos contactos directos de Duncan es el principio de su difícil reintegración en la vida de una ciudad dominada por el miedo a la enfermedad. Este fin de semana, se desató el pánico en una estación de tren, donde corrió el rumor que una persona que estaba en la lista de vigilados había vomitado en el andén. Resultó ser una persona que había visitado el complejo de apartamentos de Duncan, pero que estaba fuera de riesgo, según las autoridades. A pesar de ello y de que solamente había escupido, fue trasladada a un hospital para su observación y un equipo de especialistas acudió al lugar para desinfectarlo, lo que ocasionó el cierre de la estación durante tres horas.

En total, 159 personas han estado monitorizadas en Dallas por su posible exposición al ébola a través de Duncan o de las dos enfermeras contagiadas al tratarle, Nina Pham y Amber Vinson. En Ohio, donde estuvo esta última de viaje, hay otras 116 personas en observación.

El hospital Texas Health Presbyterian, donde fueron tratados Duncan y Pham, y donde esta última y Vinson se contagiaron, publicó ayer una carta en la que menciona «errores en la gestión de este difícil desafío».

En ella, el consejero delegado del consorcio del que forma parte el hospital, Barclay Berdan, reconoce que «no diagnosticamos correctamente sus síntomas como ébola», en referencia a la primera visita de Duncan al hospital, en la que tenía fiebre y dolor abdominal y comunicó que había estado poco antes en Liberia. También dijo que el hospital había comenzado a prepararse para el ébola, pero que “el entrenamiento y los programas educativos no habían sido ejecutados al completo” cuando estalló el brote.