Londres da 2.515 euros por cada coche diésel que entregue su dueño

Johnson hizo público este plan ante los diputados de la ciudad, tras revelarse que Oxford Street tiene los niveles más altos de dióxido de nitrógeno en el mundo , con 463 microgramos por metro cúbico, muy por encima de lo que dicta la Unión Europea. «Lamento que la gente haya sido seducida para comprar coches diesel creyendo que eran más respetuosos con el medio ambiente», dijo el alcalde.

Los vehículos diesel son particularmente malos por la emisión de pequeñas partículas de polvo, PM2.5s y PM10 . Además, a pesar de haber sido promovidos como coches con baja emisión de carbono, se relacionan con miles de muertes prematuras (se estima que solo en Londres mueren 4.300 personas al año por estas emisiones).

«Todo el mundo debe tener muy claro que esto ha sido un gran fracaso político. A los millones de ciudadanos que compraron coches diésel se les dijo que estaban haciendo lo correcto, lo ecológico, y ahora se les acusa deser partícipes de la contaminación», apuntó Johnson.

El alcalde de Londres exigió «más apoyo financiero» del gobierno central para reducir la contaminación en la ciudad. «Hay grandes cosas que podríamos hacer con vehículos de baja emisión de carbono, al mismo tiempo que estimularíamos el mercado de vehículos más ecológicos», matizó.

Las medidas para luchar contra los altos niveles de contaminación de Londres vienen de lejos. En 2003 se aprobó la llamada «tasa de congestión» para reducir el tráfico a través del pago de doce euros para los vehículos que circulan entre semana por el centro de la ciudad hasta las seis de la tarde.

En junio de 2010, la Comisión Europea le dio al Reino Unido una «advertencia final» por la contaminación ambiental en la capital. Como respuesta, y con la mirada puesta en reducir la suciedad del aire para los Juegos Olímpicos de 2012 , Johnson presentó su estrategia para la Descontaminación Ambiental, con importantes medidas como revocar licencias a los taxis de más de 15 años, la promoción de coches eléctricos y la imposición de límites más estrictos para la circulación de pequeños vehículos en las Zonas de Baja Emisión.

Entre las medidas no focalizadas en el transporte destacan la readaptación de casas y oficinas, y el uso de un sistema planificado para limitar la contaminación de nuevos comercios.