Relevos cada dos horas en el equipo médico del Carlos III por las medidas de seguridad

«Se barajó la posibilidad de trasladarlo a La Paz , con 10.000 camas, pero finalmente se eligió el centro Carlos III ya que es más pequeño, tiene menos tránsito de pacientes y una unidad específica que conoce perfectamente el manejo de estos casos», confirmó Francisco Javier Rodríguez , consejero de Sanidad de Madrid.

Ambos hospitales -fusionados desde finales de 2013- «se encuentran preparados para este tipo de casos» a pesar de que España no ha vivido nunca una situación como la actual, confirmó Díaz, desmintiendo a los sindicatos que manifestaron lo contrario. «El Carlos III se ha identificado tradicionalmente como hospital de enfermedades infecciosas y el personal esta preparado para ello», aclaró Rodríguez.

Un médico y dos enfermeros viajaron en el interior de cada una de las dos ambulancias que trasladaron a los afectados, una por cada paciente. Los conductores no han salido del vehículo hasta su desinfección , que consistió en la limpieza de su superficie con lejía especial y la implantación de un gas utilizado para estos procedimientos, como confirmó Antonio Alemany , director General de atención primaria, que acompañó a los propios pacientes dentro de la ambulancia.

«Con esto queremos trasladar la tranquilidad a la ciudadanía de que la posibilidad de contagio es muy remota», afirmó Alemany. Junto a los 31 pacientes ingresados del hospital Carlos III que fueron evacuados a La Paz de Madrid, se ha ido informando a lo largo de estos días a los pacientes que tenían consultas en el centro «Hemos trasladado a la Paz a todos los que hemos podido», confirmó Rafael Santamarina, gestor del hospital.

El ambiente ayer era de confusión entre los pacientes que llegaban al edificio de Consultas Externas del Carlos III .«Tenía que ponerme la segunda dosis de una vacuna para viajar a Tailanda, pero no puedo acceder. Nadie me había dicho nada de trasladarme a otro hospital», contó Javier, un joven a las puertas del centro, a escasos metros de las ambulancias que habían transportado a los enfermos.

Tanto Pajares como Bonoha Bohé, están aislados, por separado, en habitaciones de presión negativa en la sexta planta del centro y serán tratados por dos médicos internistas, cuatro enfermeras y cuatro auxiliares, por turnos.

Todos ellos utilizarán equipos de protección individual -mono, gafas, guantes dobles y mascarilla- que, tras su utilización, seguirán un protocolo de destrucción pese a costar «cerca de 400 euros» cada uno de ellos, según explicaban a ABC miembros del equipo médico que ya trabaja con los enfermos. Quienes manejan físicamente a los pacientes llevan un traje de nivel 4, el de máxima protección, con sistema de respiración autónomo que hay que descontaminar después. «Tardamos cerca de una hora entre ponérnoslo y quitárnoslo. Y pesan tanto, y dan tanto calor que tenemos que relevarnos cada dos horas».

Por otro lado, el centro Carlos III confirmó que «a lo largo de estos días, el hospital restablecerá los servicios con normalidad, especialmente las consultas externas», según Santamarina.