Las cigüeñas, menos viajeras de lo que se pensaba

Así lo reveló un estudio de la organización conservacionista, SEO/BirdLife, basándose en el seguimiento a 49 cigüeñas (Ciconia ciconia) marcadas en los últimos tres años en Álava, Cáceres, Ciudad Real, Doñana, Huesca, La Rioja, León, Lugo y Madrid.

La conclusión es que el refrán de «Por San Juan -24 de junio- empieza la cigüeña a volar» no siempre se cumple, ya que hay ejemplares que no se suman a la migración pos nupcial masiva de cigüeñas blancas a África, uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza.

El marcaje de varias decenas de cigüeñas blancas con emisores GPS, en el marco del programa se seguimiento de aves Migra, está permitiendo «desvelar movimientos migratorios muy diferentes, ya que la especie está cambiando su migración en las últimas décadas», afirmó la ONG.

De este modo, aunque un buen número de estas aves se marcha a África a pasar el invierno, se ha visto que muchas de ellas prefieren los campos españoles para invernar. Los seguimientos ponen de manifiesto que los arrozales y basureros se convirtieron en una nueva fuente de alimentación que les permite soportar el invierno en tierras peninsulares, sin tener que marcharse hasta África subsahariana.

Además, los primeros resultados parecen indicar que el comportamiento migratorio depende de la edad del ave: los adultos tienden a quedarse en España, mientras que la mayoría de los jóvenes cruzan el Estrecho hasta el continente africano.

Las 49 aves que se han marcado en los tres últimos años por toda España contienen una amplia muestra geográfica: cinco en Álava, ocho en Cáceres, ocho en Ciudad Real, 12 en Doñana, dos en Huesca, una en La Rioja, cuatro en León, dos en Lugo y siete en Madrid.

Estudiar con detalle los movimientos de las especies, sus estrategias migratorias y los posibles cambios en el tiempo que se produzcan es vital para el conocimiento y conservación de las aves, pues ayuda a detectar áreas importantes para ellas y por tanto a poder gestionarlas.