Las diez especies y hábitats olvidados del mar
Las organizaciones conservacionistas alertan sobre la falta de protección que sufren ecosistemas marinos que son vitales para frenar el cambio climático
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1234567891011Los olvidados del mar
Los océanos son los grandes desconocidos del planeta, y muchas veces los impactos de la acción humana llegan antes de que el hombre tenga conocimiento sobre determinadas especies y hábitats. Otras veces su interés comercial pugna con las necesidades de conservación. Con ocasión del Día Mundial de los Océanos, Oceana ha llamado este pasado domingo la atención sobre «los olvidados del mar», una lista de especies y hábitats marinos elaborada por la organización internacional de conservación marina. Todos ellos merecen protección o medidas de conservación urgentes por su importancia para el ecosistema, y representan a muchos otros desatendidos por la normativa.
«A menudo se justifica la ausencia de medidas de conservación por la falta de conocimientos científicos, pero paradójicamente ello no impide que se autoricen actividades industriales destructivas. En el Día Mundial de los Océanos, Oceana reclama a los políticos que gestionen el mar según el principio de precaución, para evitar pérdidas irreversibles», explica Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.
Asimismo, desde Oceana explican que los océanos desempeñan un papel trascendental para frenar el cambio climático, dado que absorben más dióxido de carbono incluso que los bosques tropicales. «Preservar su equilibrio debería ser una prioridad política internacional», afirma Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa. «Organismos como los cocolitóforos del plancton y hábitats como las praderas submarinas de Zostera en Europa son grandes productores de oxígeno y, por lo tanto, su conservación es fundamental».
Cocolitóferos
Estas algas unicelulares capturan CO2, producen una enorme cantidad de oxígeno y son el alimento de muchos organismos, pero están amenazadas por la acidificación marina provocada por el cambio climático y no hay planes para protegerlas. En condiciones óptimas de luz y nutrientes se reproducen en tal cantidad que se pueden ver desde el espacio, como esta imagen captada por el satélite Landsat de un afloramiento en el Mediterráneo
Las montañas y cañones submarinos
Menos de un 0,1% está protegido en el mundo aunque están reconocidos como puntos calientes de biodiversidad por la gran variedad de hábitats que albergan. En la imagen, centollo de fondo (Paromola cuvieri) y foraminíferos (Pelosina sp.), en la montaña submarina Emile Baudot, en el Canal de Mallorca.
Hábitats polares
No están contemplados en convenios internacionales, a pesar de encontrarse en grave riesgo por el cambio climático y de que recientes descubrimientos sugieren que albergan especies únicas. En la imagen, foca gris (Halichoerus grypus) en la banquisa ártica, cerca de Pori, Mar de Botnia (Finlandia).
Los corales bambú
Viven en fondos fangosos en los que se permiten pesquerías destructivas y han desaparecido de muchos lugares. La legislación europea apenas les protege, pese a ser esenciales para muchas otras especies. Gorgonias bambú (Isidella elongata) en Ses Olives, Canal de Mallorca (Islas Baleares).
Los ecosistemas fósiles y subfósiles
Como los formados por corales, bivalvos y esponjas, sirven para ofrecer sustrato y nutrientes a otras especies, e incluso se pueden encontrar algunos vivos. Estrella de mar (Peltaster placenta) y gallineta (Helicolenus dactylopterus) sobre coral muerto en el escarpe de Émile Baudot, en la isla de Cabrera (Baleares).
Comunidades de Haploops
Este hábitat formado por crustáceos es poco conocido, pero reviste gran importancia para la alimentación de especies comerciales como el bacalao o peces planos. Apenas hay información sobre su distribución ni planes de gestión para su conservación. Fondo fangoso con poliquetos y ofiuras (Ophiura albida) al norte de la isla de Ven (Suecia).
Las zonas de puesta de peces
Son hábitats esenciales en el ciclo vital de las especies, pero en muchos casos carecen de protección. Salmonetes de roca (Mullus surmuletus) entre las hojas de Cymodocea nodosa en aguas de Almería.
Pez espada
A pesar de ser una importante especie comercial, sufre sobrepesca y carece de planes de gestión en el Mediterráneo, donde se explota sin control. En el pasado, los ejemplares llegaban a superar los 4,5 metros, pero hoy en día los que se capturan están entre 1 y 2. La foto recoge un ejemplar de pez espada (Xiphias gladius) pescado con arpón en el puerto de Ganzirri, Sicilia (Italia).
Pez guitarra y pez sierra
Ambos están en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como «En Peligro Crítico» y muchas de sus poblaciones han desaparecido ya antes de ser protegidos. En la fotografía, pez guitarra (Rhinobatos rhinobatos) en fondo arenoso en Cabo de Palos (Murcia).
Los cefalópodos
Los cefalópodos son especies clave para muchos depredadores, como delfines, tiburones, tortugas o pez espada, pero apenas gozan de medidas de gestión en el plano mundial. Pulpo común (Octopus vulgaris) en Placer de las Bóvedas (Málaga).