Llega la botica de Santa Hildegarda
Se publica en España el «manual» de la monja mística que ha dado origen a una corriente de medicina alternativa

«En el año 1141, cuando tenía 42 años y siete meses, una luz centelleante bajó del cielo, atravesó mi cerebro y penetró en mi corazón y mi pecho convirtiéndolos en una llama que no quemaba, sino que calentaba como el sol calienta aquello sobre lo que derrama sus rayos».
Son palabras escritas hace más de ochos siglos por Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179). Nacida en el seno de familia señorial en la pequeña ciudad de Alzey, en el suroeste de Alemania, la monja mística, declarada Doctora de la Iglesia en 2012, fue la precursora de un tipo de medicina alternativa que ha hecho escuela en Alemania y otros países europeos como Francia.
Las enseñanzas de la monja mística llegan ahora al mercado editorial en español de mano de «Manual de Medicina de Santa Hildegarda» (editorial LibrosLibres), escrito por los doctores Wighard Strehlow y Gottfried Hertzka, ambos seguidores y difusores de la medicina alternativa de Hildegarda, y traducido y editado en castellano por Juan Antonio Timor.
Strehkow, químico y bioquímico de formación con larga experiencia laboral en la industria farmacéutica, dirige actualmente una clínica homeopática a orillas del lago de Costanza, en la frontera entre Alemania y Suiza. Strehlow recibió las enseñanzas de Hildegarda de manos de su mentor, el doctor Gottfried Hertzka, fallecido en 1997.
El difusor de sus enseñanzas
Hertzka, médico de formación, fue el primero en traducir al alemán la obra de Hildegarda, transmitida de generación en generación en latín, el idioma original de los textos de la monja.
El objetivo de Hertzka fue difundir mundialmente las recetas de la religiosa, así como aunar medicina y teología en una sola práctica curativa. Desde el fallecimiento de Hertzka en 1997, es Strehlow quien dirige la asociación que lleva el nombre de mística alemana.
Según la traducción del doctor Hertzka, las enseñanzas de Hildegarda indican que la verdadera curación debe tener lugar en cuatro niveles diferentes: el físico, el psíquico, el natural y el divino. Para ello, el ser humano necesita una buena alimentación, una buena salud mental (a través de la influencia sobre 35 pares de factores antagónicos, es decir, vicios-virtudes), un equilibrio de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego, que influyen sobre el cuerpo) y la armonía con Dios (lo que la escuela de Hildegarda llama «curación cósmica»).
Algunos de los consejos concretos del manual escrito por Strehkow y Hertzka para una mejor salud son el consumo de la espelta (una especie de trigo, el mejor alimento posible, según la monja), el uso de un cojincito de hierba betónica para un sueño reparador y libre de pesadillas, o el uso de baños, saunas, compresas o frotamientos con distintas preparaciones para eliminar las toxinas que el ser humano va acumulando a lo largo de la vida.
«El arte de curar de santa Hildegarda es, ante todo, preventivo», apunta la versión en castellano de «Manual de Medicina de Santa Hildegarda».
Críticas en Alemania
La medicina alternativa de Hildegarda no ha escapado a las críticas en Alemania, donde, según una encuesta del Instituto Forsa , alrededor de un 3 por ciento de la población reconocía seguir las enseñanzas de la monja mística en 2004. Médicos e historiadores critican la interpretación que Strehkow y Hertzka hacen de los escritos de Santa Hildegarda (cuyos textos originales no se conservan) y de sus métodos curativos medievales.
Por ejemplo, Axel Helmstädter, profesor de Historia de la farmacia en la Universidad de Marburgo , escribe: «Hertzka und Strehlow siguen un planteamiento profundamente comercial, mientras sugieren que las recomendaciones médicas de Hildegarda tienen un origen divino. Algo que no puede ser, porque los textos médicos de Hildegarda no descansan sobre sus experiencias visionarias, sino sobre sus tratados religiosos».
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