Maria Gaetana Agnesi, la matemática «total»

Agnesi fue una figura muy relevante en la divulgación del cálculo , además de ser fundamental a la hora de derribar barreras en la introducción de la mujer en el campo de las matemáticas.

Niña prodigio, se cuenta que antes de los trece años ya dominaba el latín, el griego, el hebreo, el francés, el español y el alemán. El monje matemático Ramiro Rampinelli , que había enseñado en Roma y en Bolonia, tuvo una gran influencia en la formación de Agnesi y la puso en contacto con los Ricatti. Vincenzo colaboró en la publicación más famosa de Agnesi, «Instituzioni Analitiche ad uso della gioventù italiana», el primer libro que trató conjuntamente el cálculo diferencial y el cálculo integral.

En el estudió la mal llamada 'Bruja de Agnesi' , una curva geométrica que recibió dicho apodo debido a un error de traducción derivado del término 'versoria' (un nudo naval en latín, en italiano 'versiera') que fue confundido con 'awersiera' (demonia o bruja en el idioma latino). Antes que Agnesi, habían trabajado en esta curva otros estudiosos famosos como Pierre de Fermat y Luigi Guido Grandi, en 1703 y 1718 respectivamente.

La obra mereció esta consideración por parte de la Academia de las Ciencias de París: «Se requiere de mucha destreza y sagacidad para reducir, como el autor lo hizo, a métodos casi uniformes estos hallazgos dispersos en medio de los trabajos de matemáticos modernos y frecuentemente presentados por métodos muy diferentes unos de otros. Orden, claridad y precisión reinan en todo este trabajo (...) Estimamos que este es el tratado más completo y mejor hecho».

El Papa Benedicto XIV nombró a Agnesi catedrática de matemáticas en la Universidad de Bolonia en 1750, un puesto que no llegó a asumir ya que prefirió enseñar matemáticas en la casa de su padre enfermo y volcarse en socorrer a pobres y enfermos. Sin embargo, su nombre figuró durante 45 años en la lista de profesores de los documentos de la universidad.

Tras la muerte de Pietro Agnesi, apartó las matemáticas para dedicarse en cuerpo y alma a obras de caridad en las que gastó su fortuna hasta terminar en la miseria. Desde 1771 fue la directora del Hospicio Trivulzio de Milán en el que fallecería en 1799 a los 81 años. Resulta cuando menos paradójico que su nombre haya quedado vinculado en la historia como el de «la bruja de Agnesi».