Las escenas de la Pasión más populares en los pasos de Semana Santa
Imagen de un paso con la escena de «La Borriquita»

Las escenas de la Pasión más populares en los pasos de Semana Santa

Desde la Borriquita del Domingo de Ramos hasta el Resucitado del Domingo de Resurrección, esta Semana Santa volveremos a ver por nuestras calles los pasos con las escenas de la pasión. Repasamos las escenas bíblicas más reproducidas

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Desde la Borriquita del Domingo de Ramos hasta el Resucitado del Domingo de Resurrección, esta Semana Santa volveremos a ver por nuestras calles los pasos con las escenas de la pasión. Repasamos las escenas bíblicas más reproducidas

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  1. «La Borriquita»

    Imagen de un paso con la escena de «La Borriquita»
    Imagen de un paso con la escena de «La Borriquita»

    El Domingo de Ramos se conmemora la entrada en Jerusalén de Jesús y el pueblo le da la bienvenida con ramas de olivos, que son símbolo vida.

    La procesión de «La Borriquita», una de las más arraigadas, representa iconógraficamente el momento en el que Jesús entra triunfante en Jerusalén a lomos de una borriquita o un pollino, entre las aclamaciones del pueblo que lo recibe con palmas.

    Es muy común que los niños de la localidad participen como penitentes o llevan sus palmas acompañando a la procesión.

  2. La Oración en el Huerto

    La Oración del Huerto del maestro Salzillo (1754)
    La Oración del Huerto del maestro Salzillo (1754)

    El misterio de la Oración del Huerto muestra al Maestro rezando mientras sus discípulos duermen, en el instante que el ángel se aparece para transmitir fortaleza y alentar a Cristo antes de ser apresado.

    Puesto de rodillas, Jesús rezaba «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya».

  3. La Santa Cena

    Detalle de La Santa Cena que abre la procesión de los salzillos, que recorre las calles de Murcia
    Detalle de La Santa Cena que abre la procesión de los salzillos, que recorre las calles de Murcia - JUAN FRANCISCO MORENO

    El paso de misterio que muestra la Sagrada Cena de Cristo con sus Apóstoles. La Sagrada Cena, está representada por la Imagen de Jesús rodeado de sus discípulos en el momento culminante de la institución del Sacramento de la Eucaristía: la transubstanciación del pan y del vino.

    Es el momento de la traición de Judas, que se acerca el primero a mojar el pan después de que Jesús les anuncie lo que sucederá después.

  4. «El Prendimiento»

    Detalle del paso de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento de Córdoba
    Detalle del paso de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento de Córdoba

    Las procesiones de «el prendimiento» o «el beso de Judas» recogen las escenas en las que Jesús es apresado en el Huerto de Getsemaní por los soldados romanos según las órdenes del Sanedrín judío mientras Judas se acerca a Jesús y darle el beso de la traición mientras San Juan y San Pedro presencian la escena y Santiago interroga a San Juan, extrañado de lo que ocurre.

    El que le iba a entregar les había dado esta señal: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es; prendedle». Y al instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve, Rabbí!», y le dio un beso. Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron. Los discípulos le abandonaron todos y huyeron.

  5. «La Verónica»

    Procesión de La Verónica Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real)
    Procesión de La Verónica Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real)

    Los pasos de la Verónica representan a la mujer que muestra el «vera icon», es decir, el paño con el que tras enjugar el rostro de Cristo camino del Calvario quedó con la impresión del rostro de Jesús el Nazareno.

    Durante el camino de Jesús por las calles de Jerusalén hacia el Calvario para ser ajusticiado, las únicas personas que protestaron públicamente contra esa ejecución fueron las mujeres. Como, según la tradición, una mujer llamada Verónica, que, abriéndose paso entre la muchedumbre, limpió la cara de Jesús con un velo en el que quedó grabada su Santa Faz.

  6. «El Ecce Homo»: Jesús de Medinaceli

    Jesús de Medinaceli de Madrid
    Jesús de Medinaceli de Madrid - Francisco Seco

    Iconográficamente, el Cristo de Medinaceli corresponde a la talla de un Nazareno camino del Calvario coronado de espinas y maniatado tras ser presentado al pueblo.

    Este paso representa a Jesús de Nazaret en un momento de la Pasión, cuando Pilatos lo presenta al pueblo diciendo: «Ecce Homo, he aquí al Hombre».

    Como reza el tercer misterio doloroso: «Los soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron en torno a Él a toda la cohorte. Le desnudaron, le pusieron una túnica roja y trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y en su mano derecha una caña; se arrodillaban ante Él y se burlaban diciendo: Salve, Rey de los judíos».

  7. Nuestro Padre Jesús Nazareno

    Nuestro Padre Jesús Nazareno de Orihuela
    Nuestro Padre Jesús Nazareno de Orihuela - manuel lorenzo

    La imagen de Jesús Nazareno es la imagen más representativa de la Semana Santa. La representación de Cristo camino del Calvario con la Cruz a cuestas y, en muchos casos, con una rodilla en el suelo o a punto de tocarlo. «El Nazareno» lleva la túnica morada en la escenificación de cuarto misterio doloroso, después de que Pilatos entregase a Jesús para que fuera crucificado. «Tomaron, pues, a Jesús, y Él con la cruz a cuestas salió hacia el lugar llamado de la Calavera, en hebreo Gólgota».

    La representación escultórica del Nazareno camino del Calvario tiene su máxima expresión durante el siglo XVII con la difusión de las hermandades penitenciales, según explica Manuel Madrid Delgado en su obra «Ontología inexacta de la Semana Santa». Los grandes maestros escultores e imagineros asentados en los principales centros económicos y de gobierno, como Sevilla y Valladolid, «crean imagenes de gran valor artístico para las cofradías que son imitados por otros artistas, de menor valía, pero a quienes demandan en poblaciones más pequeñas la reproducción de aquellos modelos».

    El autor reseña que «por lo general, el hábito penitencial de los cofrades incluye una importante componente morada y se suele caracterizar por su sencillez y sobriedad». Desfilan penitentes con cruces. La mayor parte de dichas cofradías procesionan en Viernes Santo.

  8. «La Expiración»

    Procesión de El Cristo de la Expiraciónpor las calles de Jerez de la Frontera.
    Procesión de El Cristo de la Expiraciónpor las calles de Jerez de la Frontera.

    El paso de Cristo crucificado en la Cruz antes de la muerte es la representación del Santísimo Cristo de la Expiración emitiendo el ultimo suspiro.

    Según narra el quinto misterio doloroso, al mediodía «quedó la tierra en tinieblas y se produjeron otros fenómenos extraordinarios» y hacia las tres de la tarde, «habiendo dado perfecto cumplimiento a todos los designios divinos», Jesús se encomendó a su Padre con voz poderosa e inclinando la cabeza entregó el espíritu.

    La expiración es el momento final de la vida de los seres humanos, el instante final de la vida, el momento exacto en el que se acaba. Todos los evangelistas narran la expiración de Jesús, como Lucas que, además de una fuerte voz, recoge las palabras de Jesús a modo de plegaria: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Luego inclinó la cabeza y entregó su espíritu a Dios.

    La Expiración es el momento cumbre de la redención: cuando Jesús, dando su vida por los hombres, nos salva.

  9. «La Vera Cruz»

    Imagen de El Cristo de la Vera Cruz, atribuida a Juan de Mesa, recorre Bilbao
    Imagen de El Cristo de la Vera Cruz, atribuida a Juan de Mesa, recorre Bilbao - Maria Jose Lanzagorta

    Las procesiones de la «Vera Cruz» son de las más antiguas y representan al Señor crucificado: Cristo muerto en la cruz, con la cabeza ligeramente ladeada y una corona de espinas, unido a la cruz por clavos, en las manos y los pies.

  10. «El Descendimiento»

    Santísimo Cristo del Descendimiento de la Santa Cruz de Cádiz.
    Santísimo Cristo del Descendimiento de la Santa Cruz de Cádiz.

    La iconografía del descendimiento o «desenclavo» rememora el momento cuando Cristo es descendido de la Cruz y llevado al Sepulcro. Muestra el momento en que quitaron el «INRI» y los clavos, envolvían la imagen en el sudario y se disponen a colocarle en una urna bajo la mirada de una Virgen María dolorosa, María Magdalena y María Salomé.

  11. «La Dolorosa»

    Nuestra Señora de las Angustias de Córdoba
    Nuestra Señora de las Angustias de Córdoba

    El tema iconográfico de la Virgen en su Sexta Angustia o de la Piedad representa a la Virgen María como «Mater Dolorosa» llorando la muerte de su Hijo, cuyo cuerpo reposa en su regazo.

    «La Dolorosa» o Virgen de los Dolores recibe el cuerpo de su Hijo ya muerto, tras la lanzada y el descendimiento de la Cruz. Una apenada Virgen María sostiene el cadáver de su Hijo. El rostro de la Virgen se halla en el vértice superior del grupo, centrado en el mismo; los brazos abiertos, cubiertos por el manto, se abren para sujetar el cuerpo inerte del Señor, con su rostro de mujer desgarrada de angustia y sus ojos morados clavados en los ojos blancos y quietos del Hijo muerto entre sus brazos, con mirada al vacío.

    Esta imagen, con el rostro bañado en lágrimas, representa el dolor más absoluto.

  12. Santo Entierro

    Procesion del Santo Entierro, en Logroño.
    Procesion del Santo Entierro, en Logroño. - miguel herreros

    Un Cristo Yacente dentro de una urna protagoniza la procesión del Santo Entierro en todas las localidades españolas como uno de los ejes de la Semana Santa que recoge el momento en el que Jesús, después de su muerte en la cruz, fue enterrado en un sepulcro nuevo que había en un huerto próximo al lugar en que lo crucificaron.

    Su imagen suele mostrar una serenidad absoluta, que se manifiesta a través de un modelado suave, una postura natural y un rostro impávido. La sangre y restos de la tortura sufrida por Cristo está minimizada, tras haber limpiado y amortajado por las mujeres.

  13. «La Soledad» o «La Amargura»

    Un momento de la procesión de la Virgen de la Soledad, a su paso por el centro de Madrid
    Un momento de la procesión de la Virgen de la Soledad, a su paso por el centro de Madrid - Óscar del pozo

    La «Soledad de la Amargura» presenta la imagen de un rostro angustiado, vacilante y lloroso que responde iconográficamente al tema de la soledad representándose con las manos entrelazadas y ropaje de viuda cubierta con un manto negro y que reproduce a la Virgen rezando al pié de la Cruz.

    Para María, junto a la cruz se consumó la profecía de Simeón: «Y a ti una espada te atravesará el alma». Para su soledad y para la ausencia definitiva del Hijo, Jesús: encomendó mutuamente a la Madre y al discípulo predilecto. «Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa».

  14. «El Resucitado»

    Procesión del Santísimo Cristo Resucitado (Manzanares, que cierra los desfiles de la Semana Santa
    Procesión del Santísimo Cristo Resucitado (Manzanares, que cierra los desfiles de la Semana Santa

    El misterio de la Resurrección está compuesto por las imagenes que representan el momento en el que Jesús sale del Sepulcro, como un Cristo triunfante sobre la muerte. En casi todas las representaciones de este misterio Cristo procesiona desnudo, cubierto sólo por el paño de pureza.

    Aunque, como recoge el primer misterioso glorioso, los evangelios no describen el hecho mismo de la resurrección ni el cómo y cuándo sucedió, sí describen el sepulcro vacío así como las múltiples y variadas apariciones del Señor y las circunstancias de las mismas. «Al amanecer del domingo, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron al sepulcro; la piedra que cerraba la entrada había sido removida, y el cuerpo del Señor no estaba allí. Después fueron Juan y Pedro, que comprobaron lo que les habían dicho las mujeres». El mismo domingo, Jesús se apareció a las mujeres y a María Magdalena, a Simón Pedro, a los discípulos de Emaús, al conjunto de los apóstoles, etc. Las apariciones a personas en particular y a grupos incluso numerosos se sucedieron en Jerusalén y en Galilea, hasta la Ascensión del Señor.

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