La Semana Santa más recóndita

Flagelantes

SAN VICENTE DE LA SONSIERRA (Rioja)

A 36 km. de Logroño. Lo típico: rosquillas y zurracapote. Para verlo: alrededores ermita de San Juan.

La secta de disciplinantes que se autoflagelaban fue prohibida hace siglos, pero « los picaos » siguen saliendo por promesa en esta localidad. Los penitentes caminan descalzos ante el Cristo y la Dolorosa azotando con una madeja de lino su espalda. Visten hábito blanco y cubren el rostro para no ser reconocidos. Al final les pinchan las ampollas doce veces -por el número de apóstoles- y brota la sangre. El «picarse» se realiza en tres ocasiones, dos el Jueves Santo (después de misa y en la Hora Santa a las once de la noche) y el Viernes Santo.

«Empalaos»

VALVERDE LA VERA (Cáceres).

Por la E-90 hasta Navalmoral y luego carretera hacia la Vera. Lo típico: migas extremeñas, prueba de cerdo y embutidos. Para verlo: cruces donde se arrodillan.

Los « empalaos » salen el Jueves noche y el Sábado de Gloria. El vestirles es todo un ritual. Primero lo sujetan a un tronco con fuertes cuerdas, le colocan una falda blanca y cubren el rostro con un velo. Tras la nuca, dos sables; y sobre la cabeza, una corona de espinas. Luego, recorren el pueblo precedidos de un cirineo (en alusión a Simón de Cirineo, que ayudó a Jesús a llevar la Cruz) que ilumina el camino con un farol. Lo hacen por promesa, una «manda». La penitencia es dura e impresiona ver su cuerpo cuando se quitan la soga que han llevado horas.

Tambores

BAJO ARAGÓN

A 65 km. de Zaragoza. Lo típico: tortas del domingo de Ramos y hornazos. Para verlo: por las calles.

Las celebraciones más «sonoras» son las de las localidades del Bajo Aragón que celebran el «romper la hora». Calanda es la más conocida pero Híjar es de más tradición. Tambores y bombos sonarán desde la noche del Jueves -« la rompida »- al Domingo de Resurrección. A las 10 de la mañana del Viernes es la procesión en la colina del Calvario, con nazarenos de negro, tambores y bombos alrededor de las imágenes; el sonido se escucha a varios kilómetros. El roce de los palillos deja las manos heridas y los bombos manchados de sangre.

Sudarios

BERCIANOS DE ALISTE (Zamora)

A 77 Km. de Zamora. Lo típico: ternera en restaurantes del cercano San Vitero. Para verlo: el Calvario.

El Jueves es el Vía Crucis, cuando los hombres con gruesos cirios en las manos portan las pesadas capas pardas alistanas. El Viernes es el Santo Entierro , en el que los cofrades visten blancas mortajas, con las que serán enterrados. En la plaza se pronuncia el sermón tras el cual desclavan a un Cristo articulado de la cruz al que introducen en una urna de cristal y acompañan en procesión hasta el cercano Calvario, todo ello mientras cantan un impresionante miserere.

Danza de la Muerte

VERGÉS (Gerona).

A 28 km. de Gerona. Lo típico: buñuelos. Para verlo: placeta y calle de los caracoles.

Cinco «esqueletos», a ritmo de tambor, realizan en la noche del Jueves la llamada dansa de la mort . Los danzantes se cubren la cabeza con una calavera y llevan una malla negra en la que va dibujado un esqueleto. Uno lleva una guadaña, otro una bandera negra, dos son niños portando platos con ceniza (representa lo efímero de la vida) y el último lleva un reloj sin agujas como símbolo de la eternidad. A cada golpe de tambor saltan y dan un cuarto de vuelta. La danza -resto de un auto sacramental- recorre las calles, adornadas con conchas de caracoles encendidas.

Imágenes articuladas

OCAÑA (Toledo).

A 64 km de Madrid. Lo típico: torrijas de leche y de vino. Para verlo: Plaza Mayor.

De los pocos pasos articulados que aun quedan, el de Ocaña llama la atención por el dramatismo de las tres caídas de Jesús Nazareno (se arrodilla tres veces durante el recorrido), la Verónica (abre el lienzo con la imagen de Cristo) o Nuestra Señora de la Soledad (acerca el pañuelo a los ojos). Las procesiones más emocionantes son Jesús de Medinaceli (Jueves noche) y Jesús Nazareno (Viernes mañana) con los tres pasos articulados. Junto a las imágenes marchan «los armaos» con armaduras del siglo XV, como la que perteneció al conquistador Alonso de Ercilla, autor de La Araucana.

Monumentales

MEDINA DE RIOSECO (Valladolid)

A 38 km de Valladolid. Lo típico: torrijas. Para verlo: salida del Longinos o arrodillada en puerta de Ajujar.

Esta ciudad fue de las primeras que sacó los pasos a la calle en el siglo XV. Se sigue haciendo -al igual que entonces- a hombros de cofrades que soportan el enorme peso de las imágenes de El Cristo de Gregorio Hernández o La Dolorosa de Juan de Juni. El Jueves, las nueve cofradías se reúnen en la plaza para dirigirse a la iglesia de Santiago, donde esperan las enormes tallas con las que recorrerán Medina . El Viernes es la procesión mas emotiva -el Longinos- al que sacan de rodillas 20 costaleros, para que el peso a soportar sea mayor.

Paganas

LORCA (Murcia)

A 64 km de Murcia. Lo típico: alfajores (dulces). Para verlo: cerca de la tribuna oficial.

Dos cofradías -Blancos y Azules, identificados por el color del clavel que llevan- compiten en vistosidad e ingenio. Los «pasos» son en su mayor parte escenas de la Biblia, sobre todo del Antiguo Testamento, pero también los hay ajenos a la Semana Santa , como carrozas de egipcios, cuadrigas, emperadores romanos, dioses, o caballistas caracoleando sus monturas. El principal desfile es en la Carrera, el Viernes, con unos 200 caballos y cientos de personajes bíblicos.

Pasiones vivientes

RIOGORDO (Málaga)

A 37 km de Málaga. Lo típico: caracoles y hornazo. Para verlo: en el mismo Monte Calvario.

Los Dramas Sacros, o Pasiones, suelen representarse por habitantes del lugar. La provincia malagueña destaca en estas escenografías que son al aire libre y en las que participan todos los vecinos, y también sus animales: burros, ovejas, cabras o gallinas. El propio pueblo se convierte en el escenario. La representación -El Paso- es una alegoría sobre la Redención con tres actos: Sacrificio de Isaac, vida y milagros de Jesús, y Pasión y muerte. Lo más vistoso es el Viernes y el Sábado Santo, a las 12 de la mañana.

Desfiles bíblicos

PUENTE GENIL (Córdoba).

A 68 km de Córdoba. Lo típico: dulce de membrillo y almendrados. Para verlo: Plaza del Calvario y El Pórtico.

Figuras del Antiguo y Nuevo Testamento -mas de cuatrocientas- desfilan con rostrillos (caretas), llevando el símbolo del personaje a quien representan: Noé con el arca, San Pedro con el gallo, el rey Nabucodonosor con un pergamino, Sansón y el templo destruido... Junto a ellos el Imperio Romano (soldados), con sus relucientes corazas. El día importante es el Viernes, cuando en la madrugada los soldados romanos suben a buscar a Jesús Nazareno -El Terrible-, ante el que todos se acercan para hacerle la reverencia.

Judas

EL HITO (Cuenca)

Alrededores de Madrid. Lo típico: torrijas y «monas». Para verlo: antes o después de misa de 12.

Suelen ser muñecos hechos con trapos que permanecen colgados durante toda la semana y acaban destruidos - quemados , manteados, apedreados o hasta fusilados- el Domingo de Resurrección. La forma más popular es manteándolos, y se suele hacer por la mañana o al mediodía. Los «manteos» corren a cargo de las mujeres y los chicos intentan destrozarlos. En pequeñas localidades como El Hito (Cuenca), se mantean por parejas; en Tarancón (Cuenca), se hace por callejuelas para que resulte más espectacular, como en las toledanas Yepes o Santa Cruz de la Zarza. Otros son quemados en hogueras, como en Menasalvas. En el pueblo madrileño de Majadahonda, el judas acaba entre tracas de cohetes y en Robledo de Chavela, destrozado a pedradas. En Córdoba y Sevilla prefieren fusilarlos.