Papa Francisco: «La imagen de Dios es la pareja matrimonial, no el hombre solo»

En esa línea de destacar su belleza, el Papa comentó que, además de «imagen de Dios», el matrimonio es también «imagen del amor de Dios por nosotros».

Al margen del texto escrito, añadió que el matrimonio sigue siendo imagen divina «a pesar de las dificultades: problemas de trabajo, escasez de dinero, problemas con los hijos…». En esos casos, añadió, «el marido y la mujer a veces se ponen un poco nerviosos y discuten… ¿Es verdad o no? Y a veces vuelan los platos…». Como lo decía de modo muy simpático, los setenta mil fieles que participaban en la audiencia general se reían a carcajadas y le aplaudían por el modo en que quitaba hierro a un problema que duele en el corazón cuando se presenta.

El Papa insistió: «cuando suceda, no debéis poneros tristes, pues el amor es más fuerte que el momento de discusión. Lo importante es no acabar el día sin haber hecho las paces».

Los peregrinos se lo agradecían con otro gran aplauso, que aumentó cuando el Santo Padre añadió consejos muy prácticos: para hacer las paces «no hace falta llamar a Naciones Unidas. Basta un pequeño gesto, una caricia... Decir ‘hasta mañana’…».

Como ha hecho otras veces, el Papa explicó que el secreto de la felicidad matrimonial está en saber decir tres palabras: «¿Me permites?, gracias, y lo siento. Hay que pedir permiso para no ser invasivos. Hay que dar las gracias, que es muy bonito. Y hay que pedir perdón aunque a veces sea difícil». Después de pedir a los fieles que las repitieran, les aseguro que «con estas tres palabras y con la oración del uno por el otro, el matrimonio irá bien».