El Papa dice que Jesús «rompe los esquemas de los prejuicios contra las mujeres»
El Papa Francisco ha subrayado que Jesús rompía también «las barreras de hostilidad entre judíos y samaritanos»
juan vicente boo
Recordando el encuentro de Jesús con una mujer de vida azarosa junto al pozo de Sicar, el Papa Francisco ha comentado durante el ángelus de este tercer domingo de Cuaresma que Jesús «rompe los esquemas de los prejuicios contra las mujeres». Haciendo notar que «los ... discípulos estaban asombrados de que hablase con aquella mujer», que había tenido varios maridos y vivía con un amante, el Papa insistió en que «el Señor es más grande que los prejuicios, la misericordia es más grande que los prejuicios».
Parándose a hablar con una mujer de Samaria que, además, está mal vista incluso por muchos de sus vecinos, Jesús «supera las barreras de hostilidad entre judíos y samaritanos y rompe los esquemas de prejuicios contra las mujeres».
Según el Santo Padre, «Jesús no tenía sed de agua sino, sobre todo, de ayudar a un alma reseca. Necesitaba hablar con la samaritana para abrir su corazón. Jesús la pone ante su situación. Sin juzgarla sino suscitando en ella misma el deseo de superarla».
Desde el balcón de El Vaticano, el Papa ha hecho notar que, en su entusiasmo por ir rápidamente a hablar de Jesús al resto del poblado, la mujer «dejó el ánfora junto al pozo. Ese pasaje del Evangelio es una invitación a que también nosotros ‘dejemos nuestra ánfora’, una o dos o las que sean…».
El Santo Padre ha comentado también la alegría de aquella mujer pues «cada encuentro con Jesús nos cambia la vida. Cada encuentro con Jesús nos llena de alegría».
El Papa recordó a más de setenta mil fieles que el próximo viernes por la tarde comienza«un momento especial de penitencia que llamamos “24 horas con el Señor”. Empezará en la basílica de San Pedro y continuará por toda la noche en algunas iglesias de Roma abiertas para la oración y la confesión».
El Papa, que confesará personalmente algunos fieles en la basílica, comentó al margen del texto escrito que la actividad podría muy bien llamarse «La Fiesta del Perdón», pues en la parábola del hijo pródigo, «el padre hace una fiesta cuando el hijo vuelve a casa. Se olvida de todos los pecados».
En su despedida, el Papa saludó a un grupo de estudiantes de Ferrol, que respondieron con entusiasmo desde la plaza de San Pedro.
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