Por qué los obispos han elegido a Blázquez como presidente del Episcopado

En las dos últimas elecciones su antecesor en el cargo, Antonio María Rouco Varela, se hizo con la presidencia con 39 votos de los 77 emitidos en las elecciones de 2008 y con 39 de los 75 emitidos en 2011.

Monseñor Blázquez partía como preferido porque su nombre ha salido como candidato a la presidencia de la Conferencia Episcopal desde las elecciones de 2005, cuando fue elegido presidente al no alcanzar el cardenal Rouco la mayoría cualificada que necesitaba para repetir un tercer mandato como presidente de la Conferencia Episcopal.

Entonces, el arzobispo de Valladolid se alzó con la presidencia de la CEE pese a obtener menos votos que el cardenal Rouco. En esa ocasión el arzobispo de Madrid obtuvo 51 de los 52 votos que exigía su reelección, mientras que Blázquez fue elegido presidente con 40 de los 76 votos emitidos entonces.

En las siguientes elecciones, en 2008, el cardenal Rouco Varela volvió a recuperar la presidencia de la CEE y el obispo de Valladolid fue elegido para la vicepresidencia, cargo que ostentaba hasta este miércoles. Esta situación le valió ser el primer presidente que no repitió en el cargo después de su primer mandato.

El cardenal arzobispo de Santiago de Compostela, Fernando Quiroga Palacios, el primer presidente de esta institución desde su creación en 1966 tampoco repitió en el cargo. Pero fue por otros motivos, ya que fue él mismo quien pidió no continuar por razones de salud.

Los obispos no solo han saldado una deuda moral con monseñor Blázquez; su elección también implica un reconocimiento a toda una vida al servicio de la Iglesia y el Evangelio. Tras su elección, el secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal, el sacerdote José María Gil Tamayo, describió al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal como "un teólogo de fama internacional" y "cuyas publicaciones en el campo eclesiológico son muy conocidas".