Los enfermeros alaban la regulación de la objeción de conciencia en la nueva ley del aborto

Por ejemplo, no hace referencia a la malformación, como hizo la Organización Médico Colegial (OMC) en el informe enviado a Justicia. Los médicos criticaron la fórmula elegida por el Gobierno para que las mujeres puedan abortar sea argumentar que haya un grave peligro para la salud psíquica de la futura madre. La declaración señala que la mujer que decide abortar «no ha de ser considerada ni definida de antemano como una enferma mental». También pidieron que incluyera la malformación como supuesto para poder interrumpir la gestación.

Ninguna de estas objeciones se puede leer en el informe de los enfermeros. Sí reclaman estos profesionales más consenso para regular un tema que consideran polémico.

Su principal alabanza es a la regulación de la objeción de conciencia que con la reforma de Gallardón permitirá a los profesinales sanitarios no participar directamente en la intervención sin necesidad de formar parte de listados en los que se declaraban objetores. Los enfermeros valoran no solo el reconocimiento legal del derecho sino también aspectos concretos para su materialización.

Recuerdan en el documento que la objeción de conciencia es considerada «el verdadero termómetro democrático, pues la nota común de todos los regímenes totalitarios es la prohibición de la misma, o su reconocimiento restrictivo», declaran en el documento.

En su texto también recuerdan varios puntos del código deontológico de los profesionales de enfermería. Así insiste en que deja absolutamente claro «el respeto a los derechos humanos, el derecho a la vida y a la libre elección, a la dignidad y a ser tratado con respeto. Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la seguridad de su persona y a la protección de la salud», indica.

Este código también recuerda que «los cuidados de enfermería respetan y no discriminan según consideraciones de edad, color, credo, cultura, discapacidad o enfermedad, género, orientación sexual, nacionalidad, opiniones políticas, raza o condición social».

El informe del Consejo no recoge las posiciones contrarias al anteproyecto de ley de los colegios de Barcelona, Baleares, Navarra y Salamanca que han hecho aportaciones muy duras a la ley. Sí dejan claro que «el Consejo General de Enfermería de España, como órgano que representa a los enfermeros y enfermeras colegiados, entiende y respeta todas las opiniones y opciones que cada profesional pueda manifestar de forma individual ante la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo».