Reuniones maratonianas en el Vaticano para la reforma de la Curia

El jueves y el viernes, Francisco reunirá a todos los cardenales del mundo -incluidos los diecinueve que recibirán la birreta el sábado-, para estudiar los problemas del matrimonio, la familia y la pastoral familiar con vistas a los dos Sínodos sobre la Familia : el especial de octubre de este año, reservado a las cúpulas de las conferencias episcopales, y el ordinario de octubre de 2015, en el que se reúnen obispos elegidos para esa tarea por todos sus compañeros en cada conferencia episcopal.

El sábado 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro, el Pontífice impone la birreta a los 16 nuevos cardenales electores y tres cardenales mayores de ochenta años, entre los que figura el español Fernando Sebastián , arzobispo emérito de Pamplona. Asisten a la ceremonia el resto de los purpurados de todo el planeta, que concelebrarán una misa con el Papa el domingo antes de regresar a sus países. Un grupo muy cualificado se queda en Roma otros dos días: son los miembros del consejo permanente del Sínodo, que continuarán preparando la reunión del próximo octubre sobre la familia.

El «grupo de los ocho» -con representantes de cada continente y coordinado por el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga- abordará de lunes a miércoles la reorganización de los pontificios consejos, los organismos de segundo nivel en el Vaticano, por debajo de las congregaciones.

Son demasiados, y algunos poco útiles, por lo que se prevén fusiones y rebajas a meras comisiones asesoras. El Pontificio Consejo de Laicos, en cambio, pasará a ser una congregación con plena autoridad jurisdiccional, pues se ocupa de entidades apostólicas de gran envergadura, como el Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación o los Focolares.

El «G-8», con la presencia continua del Papa, excepto el miércoles, por la audiencia general, recibirá también informes de las dos comisiones de investigación: la que se ha ocupado del banco del Vaticano (IOR), coordinada por el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta, y la que ha estudiado el resto de los organismos económicos, coordinada por el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda.

En declaraciones al diario argentino «La Nación», el presidente del IOR, Ernst von Freyberg, de 55 años, confirmó que «estamos en un momento crucial. La comisión va a entregar su informe en los próximos días, como lo hará la también la de asuntos económicos, y luego el Santo Padre decidirá qué hacer. Estamos a la espera».

La opción más probable es convertir el organismo en un «banco ético» con reglas claras de actividad y de transparencia. Algunos medios italianos están lanzando globos sonda para sustituir al alemán Von Freyberg por un banquero italiano, el presidente de Lazard Italia, Carlo Salvatori. Pero esto podría suponer un paso atrás, pues la práctica totalidad de los escándalos del banco proviene de su excesiva cercanía a «faccendieri» italianos sin un mínimo de ética en busca de un banco «offshore» para realizar maniobras fuera del control de sus autoridades nacionales.

Después de la entrega de los informes de las dos comisiones de investigación, deberían ir entregando los suyos las seis grandes consultoras y auditoras internacionales que están pasando revista a las entidades económicas de la Santa Sede, sus medios de comunicación y sus dos grandes hospitales.