El Papa denuncia los «sacrificios humanos» y «las leyes que los protegen»

En su homilía de las siete de la mañana en Casa Santa Marta , el Papa comentó el pasaje del Libro de los Macabeos en que el rey impone por la fuerza cultos paganos al pueblo de Israel. En una clara referencia a nuestros días, Francisco dijo que parte de la gente abandonaba sus tradiciones como si dijesen «somos progresistas, vamos con el progreso a donde va todo el mundo». Se trata, advirtió el Santo Padre, de un «progresismo adolescente» que acepta cualquier cambio considerándolo automáticamente «mejor que la fidelidad».

La imposición de cultos paganos , según el Papa, «no es la hermosa globalización de la unidad de todas las naciones, cada una con sus costumbres, sino la globalización de la uniformidad hegemónica. Es decir, precisamente el pensamiento único , que es fruto de la mundanidad» promovida por «el demonio, príncipe de este mundo».

El «progresismo adolescente» y acrítico lleva a comportamientos cada vez más degradados hasta llegar «a las condenas a muerte y los sacrificios humanos». En ese punto, el Papa preguntó a la treintena de sacerdotes y fieles que asistían a la misa: «¿Vosotros pensáis que hoy no se hacen sacrificios humanos? ¡Se hacen tantos, tantos! Y hay leyes que los protegen». No entró en más detalles, pero su mensaje sobre la falta de respeto a la vida resultaba claro. Era una invitación a reflexionar a dónde han llegado en este punto las sociedades contemporáneas y los mecanismos sutiles por los que han llegado.