Diez curiosas sepulturas

1. Un Bob esponja militar que duró poco

A Kimberly Walker le gustaba tanto Bob Esponja que su familia quiso dedicarle una lápida especial con la figura de su personaje favorito vestido con el uniforme militar de esta excombatiente del Ejército estadounidense.

Sus familiares tuvieron que esperar casi ocho meses después de su muerte para ver la lápida en el cementerio Spring Grove de Cincinnati. El camposanto había aprobado inicialmente el diseño en piedra del sonriente Bob Esponja, pero un día después de su instalación informó a la familia de que debían retirarla, al igual que la de su hermana gemela aún con vida, una réplica casi exacta de la lápida de 2.13 metros de alto.

2. De tal palo, tal astilla

Al electricista Sal Giardino le apasionaba su trabajo, tanto que su familia diseñó para su tumba una gigantesca bombilla de granito con la inscripción «El electricista más grande del mundo», según recoge el libro Cementerios y Tumbas de New Jersey. Giardino está enterrado en el Laurel Grove Memorial Park de Totowa junto a su hija, la única persona que tiene como lápida un gigantesco símbolo de paz.

3. Un friki de la informática

Ahora que hasta en España se puede incorporar a las lápidas tradicionales un código de barras bidimensional, un código QR, para que cualquiera pueda acceder desde su teléfono móvil a la biografía de un difunto o incluso ver su último mensaje grabado en vídeo, resulta conmovedora la imagen con una lápida con forma de ordenador de mesa que circula por internet.

4. Música contra la adversidad

William Henry «Harry» Thornton (1883-1918) tocaba música clásica para las tropas en la Primera Guerra Mundial. Ésta es su tumba en el cementerio londinense de Highgate. Tomada en enero de 1977. Marcador de William Henry "Harry" Thornton (1883 a 1918), que era un pianista de música clásica y tocaba música para las tropas en la Primera Guerra Mundial.

5. Una lápida que lo dice todo

El pintor inglés Patrick Caulfield (30 de enero de 1936 – 29 de septiembre de 2005), conocido por sus cuadros de pop art, está enterrado bajo esta original lápida en el cementerio Highgate de Londres, el mismo en el que yace Karl Marx.

6. Escapando de la tumba

El poeta y escritor belga Georges Rodenbach parece querer escapar de su tumba en el cementerio parisino de Père Lachaise.

7. Mafiosos rusos de tamaño real

Ekaterimburgo fue la capital del crimen en la Rusia de los años 90 y prueba de ello es el cementerio de Shirokorechinskaya. Casi todas las tumbas de los mafiosos tienen como lápida un retrato del finado de tamaño natural. La del «capo» Alexandr Khabarov, cuenta además con una cámara de circuito cerrado de televisión que garantiza su vigilancia.

8. Juegos de palabras

En el cementerio Lone Fir Pioneer de Portland se encuentra la curiosa tumba de Paul G. Lind, un apasionado del Scrabble al que se le recuerda con una réplica en piedra del juego de mesa. En el tablero se cruzan las palabras «hermano», «hijo», «esposo», «genio», «dulce», «valiente» y «gentil».

9. Que la fuerza le acompañe

El maestro Yoda de La Guerra de las Galaxias acompaña a Theodore Stanley Scarlett desde su fallecimiento en 1996. Su tumba se encuentra en el cementerio Edimboro de Pennsylvania, según la web especializada Find a Grave.

10. Para esperar sentado

«El Grande» reza la inscripción grabada en el banco que forma la lápida de Gregory James Gardner (1963-2004) en el cementerio Lakeside de Illinois.