El Congreso aprueba la reforma educativa
Ha recibido el voto en contra de toda la oposición, excepto Foro Asturias y UPN, que se han abstenido

El pleno del Congreso ha aprobado este jueves, solo con la mayoría parlamentaria del PP, el proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La reforma educativa , que ahora pasa al Senado, ha recibido el voto en contra de toda la oposición, excepto Foro Asturias y UPN, que se han abstenido. El conjunto del proyecto legislativo orgánico ha recibido 182 votos favorables, 137 en contra y 2 abstenciones.
Durante el debate de esta mañana, el ministro de Educación, José Ignacio Wert , insistió en que las furiosas críticas de los partidos nacionalistas e independentistas hacia la invasión de competencias del Estado no caben porque las «lenguas cooficiales propias tiene el mismo tratamiento que la lengua cooficial común» en las distintas autonomías.
El objetivo de la nueva ley, recalcó, es que «los que tienen un rendimiento bajo lo tengan alto, y los que lo tengan alto lo tengan aún mejor» pero a la vista de lo enrocado de las posiciones, tiró de argumentos económicos para intentar desactivar los ataques de la oposición. «Cada repetidor incrementa el coste del sistema en una media de 7.000 euros» entre Educación Primaria y Secundaria por lo que instó a los diputados a calcular «lo que supone en términos ecónomicos una media de repetición del 40%»: 24.000 milllones de euros por curso. Wert cerró su intervención tendiendo la mano a la negociación al resto de los grupos para que se sumen al reto de «elevar la calidad y la relevancia de la educación».
En un diálogo de sordos toda la oposición volvió a echar en cara Wert, que la ley nace muerta, es un «zombie» dijeron, porque unirán fuerzas para derogarla en cuanto el Partido Popular pierda la mayoría absoluta.
Los argumentos, los mismos que todos los grupos llevan defendiendo desde hace un año. A saber, que la nueva ley es recentralizadora y busca privilegiar a la educación privada frente a la educación pública que queda, dicen, en el mínimo. Con todo, el debate no ha estado exento de cierta tensión que ha alcanzado su punto álgido durante las alocuciones de los portavoces de Educación de PSOE, Mario Bedera, y IU, Caridad García-Álvarez, -dejando ver esta última la camiseta verde reivindicativa de la escuela pública- y la posterior contestación de Wert.
Los dos primeros han dedicado varios descalificativos al ministro al que también han acusado de haber llamado «vagos» a alumnos y profesores de la escuela pública ante la nutrida representación de la comunidad educativa que seguía el debate desde la tribuna de invitados. Ha sido esta última afirmación la que Wert ha advertido que no va a dejar pasar. «Desafío a IU y PSOE a que me muestren donde he llamdo vagos a los profesores y estudiantes. Y si no me lo muestran que tengan la bondad de retirar su palabras del diario de sesiones», retó.
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