Un nuevo ensayo probará un virus para el tratamiento de los tumores cerebrales más agresivos
Un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha comenzado una investigación con el objetivo de constatar la eficacia de una nueva terapia frente al glioblastoma
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Un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha comenzado un ensayo clínico para probar la eficacia de un virus contra el glioblastoma, uno de los tumores cerebrales más agresivos. La terapia consistirá en inocular en un paciente una determinada cantidad de ... virus (adenovirus delta 24- RGD) modificado genéticamente y que actúa sobre las células tumorales consiguiendo su destrucción.
El virus «se ha diseñado para infectar y destruir células tumorales, siguiendo una estrategia obtenida tras muchos años de estudio», explica el doctor Ricardo Díez Valle, neurocirujano de la Clínica Universidad de Navarra . El equipo de especialistas está integrado además por la doctora Sonia Tejada (Neurocirugía), investigadora principal del ensayo, y la doctora Marta Alonso, investigadora de Neurooncología de la Clínica.
Las modificaciones genéticas que se le han efectuado al adenovirus para hacerlo eficaz contra las células tumorales son dos. Por un lado, se le ha eliminado parte de la cadena genética de ADN, que codifica una de las proteínas más importantes del virus. Al privarle de la función de dicha proteína, el virus carecerá de la capacidad de multiplicarse en una célula normal sana, «por lo que resulta inofensivo frente a ellas», asegura el doctor Díez Valle. Por el contrario, las células tumorales tienen la característica de permanecer siempre activadas para su multiplicación, «lo que posibilita que el virus modificado pueda replicarse en su interior hasta producir la muerte de estas células por lisis», describe el facultativo.
Funcionamiento del virus contra el tumor
Además, en el virus se ha modificado también la denominada «fibra», el elemento con el que se adhiere a las células y penetra en ellas. Se ha añadido un segmento, el RGD-4C, que potencia su unión a la superficie de las células tumorales. «Esta circunstancia permite que el virus modificado penetre más fácilmente en las células del tumor», explica la doctora Sonia Tejada.
«El virus, inyectado en el tejido cerebral afectado por el tumor, entra en las células tumorales, se multiplica y consigue destruirlas. Una vez eliminadas, saldrán de ellas más copias del virus que volverán a infectar otras células tumorales. En caso de que estas se terminasen, el virus no podría multiplicarse más y moriría. Cabe la posibilidad de que pueda ser eliminado también por el sistema inmune del propio paciente», añade.
Los resultados iniciales de la terapia con virus obtenidos en dos ensayos clínicos ya en marcha, uno en Houston (EE.UU.) y otro en Rotterdam (Holanda) «son alentadores», indica la neurocirujana. Sin embargo, la experiencia previa en tumores malignos como el glioblastoma muestra la dificultad de conseguir tratamientos eficaces frente a este tumor, a pesar de obtener resultados espectaculares en el laboratorio. «En general, los éxitos en tumores malignos se consiguen con la combinación de tratamientos utilizados en el momento adecuado, raramente con un único tratamiento en la fase final de la enfermedad», advierte el doctor Díez Valle.
Una vez inoculado el adenovirus modificado, la siguiente fase del ensayo consistirá en combinar el virus con un fármaco de eficacia parcial ya comprobada, administrándolo en el momento adecuado, «antes de que la enfermedad esté muy avanzada», indica. El ensayo se realizará en pacientes en los que el tumor haya reaparecido después del tratamiento inicial, es decir, en pacientes en los que todavía el estado general puede ser bueno para conseguir una respuesta.
El quimioterápico que se utilizará en combinación con el adenovirus modificado será la temozolomida, que es el fármaco más empleado en el tratamiento de glioblastomas ya que muestra cierto beneficio, aunque limitado, al retrasar el desarrollo de la enfermedad durante algún tiempo. Un ensayo en animales realizado por la doctora Alonso mostró que esta combinación de terapias resulta mucho más eficaz frente a células tumorales que la administración por separado de cada tratamiento.
Primer ensayo en el mundo
El ensayo que pone en marcha el equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra es el primero en el mundo en valorar en humanos la combinación de la terapia con virus con la administración de un quimioterápico.
En primer lugar, de los 31 pacientes que se someterán a este ensayo durante 18 meses, se observará si son los candidatos adecuados. De ser así, se le practicará una biopsia y si verifica que hay un tumor comenzaría el ensayo con la inyección del virus modificado en el tejido cerebral
La inoculación del virus puede realizarse alrededor de la zona donde estaba el tumor si se ha extirpado o en el propio tumor en caso de que no se haya podido resecar. Se esperará entonces a que el virus se multiplique y ataque las células tumorales, pasando de unas a otras y eliminándolas. Tras la inyección del virus, el enfermo recibirá un tratamiento durante dos meses. Una vez finalizado, se vigilará si el tumor se ha controlado o se ha regenerado.
Se calcula que la fase más importante del estudio esté concluida en dos años y medio desde el inicio del ensayo clínico. No obstante, los especialistas aseguran que en quince meses se obtendrán datos importantes de la mitad de los pacientes «lo que permitiría hacerse una idea de si el resultado es el esperado», señala el doctor Díez Valle. Según estudios epidemiológicos, el glioblastoma tiene un impacto en la mortalidad muy elevado. Su incidencia se calcula en 6 personas afectadas al año de cada 100.000.
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