El Papa lamenta, en una carta a Putin, la «matanza sin sentido» en Siria

En un lenguaje bastante duro para los ambientes diplomáticos, el Papa considera «lamentable que, desde el principio del conflicto en Siria, los intereses unilaterales han prevalecido y, de hecho, han impedido la búsqueda de una solución que hubiese evitado la matanza sin sentido que presenciamos».

En un encuentro con todos los embajadores acreditados ante el Vaticano, el responsable de las Relaciones Exteriores , Dominique Mamberti, recordó que el conflicto ha costado ya «más de 110.000 muertos, innumerables heridos, más de cuatro millones de refugiados internos y más de dos millones de refugiados en los países limítrofes».

Ante su primera crisis internacional, el Papa Francisco está dando pasos continuos y calculados paraimpedir un bombardeo americano que, a juicio de los líderes religiosos de la zona, empeoraría gravemente la situación, multiplicando el número de víctimas que se sumarian a las ya causadas por la guerra convencional y por los ataques químicos de Hafez el Assad.

La postura del Papa no es meramente negativa, en el sentido de oponerse a una escalada internacional del conflicto sino positiva, pues pide a la Comunidad Internacional una serie de medidas que contendrían el desastre en lugar de ampliarlo.

En primer lugar, presionar conjuntamente a todos los combatientes para imponer un alto el fuego y obligarles a negociar.

En segundo lugar, manifestar públicamente el compromiso de mantener la unidad de Siria y su integridad territorial.

En tercer lugar, facilitar ayuda humanitaria a los millones de personas que están sufriendo las consecuencias del juego despiadado que libran en terreno sirio los protagonistas principales: por una parte el dictador criminal , Irán y Hezbollah; por otra la oposición hiperfragmentada , los países ricos de la península arábiga y el Golfo que les apoyan, los militantes de Al Qaida que se mueven bajo su amparo, y los grupos separatistas que esperan sacar partido al caos.

El titular de Exteriores del Vaticano, Dominique Mamberti, señaló a los embajadores su preocupación «por la presencia creciente en Siria de extremistas , con frecuencia provenientes de otros países». Por eso invita a «exhortar a la población y a los grupos de oposición a marcar las distancias con esos extremistas , aislarles y oponerse abierta y claramente al terrorismo».