Siete consejos para sentarte frente al ordenador tras las vacaciones y no morir en el intento

El mes más odiado

Llega septiembre y con él el momento más odiado del curso laboral: la vuelta de vacaciones. Cambiar la tumbona por la silla de ruedines no es fácil y por eso septiembre suele ser un mes récord en depresiones, trastornos del sueño e incluso pérdida del apetito.

Sin embargo, existen formas de suavizar el aterrizaje en nuestro puesto de trabajo para que todo sea menos traumático. ABC.es ha elaborado un sencillo listado de consejos para superar la vuelta de las vacaciones.

Adelantarnos al batacazo

Para que el regreso sea más fácil, el equipo de Salud Mental del hospital de Manises aconseja ir readaptándonos a nuestros horarios y costumbres diarias un tiempo antes de regresar. La facultativa y especialista en psiquiatría, Susana Hernández del Servicio de Manises, recomienda por ejemplo «retomar la pauta horaria del sueño una semana antes de la reincorporación» u «organizar con antelación la agenda de los primeros días de trabajo».

¿Tú cuando vuelves? Yo, el miércoles

Es necesario suavizar todo la llegada después de las vacaciones. En ese sentido, lo mejor es engañar a nuestro cuerpo para que crea que todavía está de libranza. «En el caso de que se pueda, lo recomendable es reincorporarse a las obligaciones un miércoles, nunca los lunes», recomienda la doctora Hernández. Así ya solo quedan dos días de trabajo antes del fin de semana. Además, en el primer fin de semana tras la reincorporación, «es recomendable practicar aficiones o actividades que ayuden a desconectar de la rutina, como ir a la piscina, en bicicleta o a correr.

¿Depresión con 6 millones de parados?

El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, Antonio Cano declaraba a la agencia efe que «nunca ha tenido sentido publicar decenas de artículos de prensa sobre estrés o depresión postvacacional, cada año, al finalizar agosto; pero lo tiene aún menos en las circunstancias actuales de crisis económica». La actual situación de incertidumbre económica y laboral está haciendo que la sociedad acepte mejor el fin de las vacaciones porque, en una España con seis millones de parados, puede parecer incluso ridículo decir que uno sufre depresión post vacacional. «Nos cuesta volver a adaptarnos a los horarios, a las rutinas laborales, a la actividad laboral. Somos un país católico que se ha tomado muy en serio lo del trabajo como maldición divina. ¿Pero qué sucede si no tenemos trabajo? ¡Ah! Ésa es una maldición mucho peor...», ironiza el experto.

Leticia Borrego, médico del Servicio de Promoción de la Salud de Sanitas, afirma que «han cambiado las preocupaciones, colocándose el paro a la cabeza de ellas». "La situación laboral puede ser una fuente importante de estrés y, en este contexto, otros problemas que antes causaban temor han pasado a un segundo plano", comenta.

Por ello, asegura que se ha notado una menor incidencia de personas aquejadas de este síndrome en estos años, puesto que, dada la inestabilidad laboral, «no se está produciendo de una manera tan generalizada como antes».

Al final todo es acostumbrarse

La vuelta a la rutina tras unas largas vacaciones puede provocar un estado de ánimo de tristeza pero hay que ser conscientes de que al final uno se adapta a todo y los expertos aseguran que los efectos del llamado síndrome postvacacional no suelen durar más de una semana. El trabajo «no debe concebirse como un aspecto penoso en el tránsito vital» aconseja la directora del grado en psicología de la Universidad Internacional de La Rioja, María Soria. En este sentido para la doctora «la clave» para evitar el síndrome post vacacional reside en «enfocar» correctamente los periodos de vacaciones y el trabajo. Regresar al trabajo no es el fin del mundo y hay que saber aceptarlo con madurez. En este sentido, ha destacado la importancia de «no percibir el comienzo de la rutina escolar o laboral como una pérdida, sino como un nuevo ciclo del que podemos obtener aprendizaje y momentos provechosos».

Un estilo de vida saludable

Tener un estilo de vida saludable es necesario siempre, pero especialmente cuando acabamos de regresar de vacaciones, según el equipo de investigadores del Hospital de Manises. En el primer fin de semana tras la reincorporación, «es recomendable practicar aficiones o actividades que ayuden a desconectar de la rutina». También se aconseja «reducir la ingesta de alcohol y cafeína durante los primeros días, y asegurar un tiempo para descansar adecuadamente». Si los síntomas aparecen y no cesan en un mes, es recomendable solicitar ayuda profesional.

Y en última instancia... pedir ayuda psicológica

Por lo general, se superan los síntomas de este «síndrome» al cabo de unas semanas tras recuperar las responsabilidades. Pero si pese a todo el regreso al trabajo se hace demasiado cuesta arriba, siempre existe la posibilidad de acudir a un profesional. «Lo adecuado es solicitar ayuda, ya que en algunos casos, el tratamiento psicológico y farmacológico especializado puede ser necesario», ha apuntado la doctora Hernández. Los expertos del servicio médico indican que si los síntomas aparecen y no cesan en un mes, será necesario solicitar ayuda profesional.

Un trabajo que suponga mucho estrés, vacaciones muy largas o un descanso demasiado corto son factores que pueden predisponer a agravar la situación. Además, las personas con historial previo de trastorno depresivo, trastorno bipolar o trastorno afectivo estacional son más propensas a padecerlo. «Rasgos de personalidad como el perfeccionismo, la introversión o la falta de apertura a las nuevas experiencias, son considerados también factores de vulnerabilidad», ha destacado la doctora Hernández.