Benedicto XVI se va de excursión a Castel Gandolfo

El Papa Emérito abandona su retiro en el Monasterio Mater Ecclesiae y visita la villa durante tres horas

Benedicto XVI se va de excursión a Castel Gandolfo reuters

maría durán

Fue una visita breve. De apenas tres horas. El domingo, Benedicto XVI volvió a Castel Gandolfo . Allí fijó su residencia de verano durante muchos años y, a buen seguro, quería volver al lugar en el que pasó sus dos primeros meses como Papa ... Emérito; un refugio donde encontró tranquilidad en medio del revuelo que causó su renuncia y donde pudo reponerse del cansancio.

Según fuentes vaticanas, la estancia del domingo fue muy tranquila. Viajó con las cuatro «memores domini», las laicas consagradas del movimiento Comunión y Liberación que le atendieron durante su pontificado y que le siguen acompañando. En Castel Gandolfo, el Papa Emérito dio un paseo por los jardines del Palacio Apostólico, rezó el Rosario y asistió a un recital de música clásica. Por la tarde, retornó a Roma, al monasterio Mater Ecclesiae donde reside.

Antes de que apretara el calor en Roma, el Papa Francisco ofreció a Benedicto XVI pasar el verano en «el Vaticano dos» , como lo llamó cariñosamente Juan Pablo II. El Papa Emérito declinó la invitación a la vez que insistió a su sucesor, Francisco, para que fuera él a la residencia veraniega. Al final el pueblo se ha quedado sin ninguno y ha tenido que conformarse con las visitas esporádicas de ambos.

Aunque en verano también visitaba otras zonas de Italia como el Valle de Aosta, Benedicto XVI nunca ocultó su predilección por la villa de Castel Gandolfo. « Aquí tengo todo, el lago, la montaña y veo el mar », dijo cuando tomó posesión del Palacio Apostólico de la localidad. Esta frase, gustó tanto a los paisanos, que el alcalde mandó grabarla en una placa que se colocó en el pueblo.

En 1626, el Papa Urbano VIII mandó construir una residencia para el descanso estival de los pontífices. La pequeña localidad, situada a unos 20 kilómetros de Roma, se eleva sobre una pequeña colina que baña el lago Albano y tiene un clima más fresco que la ciudad. Allí, Benedicto XVI aprovechaba el verano en compañía de su hermano Georg para estudiar, pasear, tocar el piano y escribir.

Un lugar donde escribir

Fruto de sus largas horas en el estudio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo son, sin ir más lejos, sus volúmenes sobre la vida de Cristo, «Jesús de Nazaret». Unos best-sellers mundiales de los que, por cierto, Benedicto XVI no se lleva un céntimo en concepto de derechos de autor porque, en un gesto de austeridad, los cedió a la Santa Sede.

También en Castel Gandolfo se reunía cada verano con «El Círculo de Antiguos Alumnos de Ratzinger», un encuentro de reflexión teológica que el profesor Joseph Ratzinger mantenía desde 1977 con sus antiguos pupilos y que continuó como Benedicto XVI. Y desde Castel Gandolfo también preparaba los discursos para alguno de sus viajes apostólicos y mantenía la audiencia pública de los miércoles así como el rezo del Ángelus.

Benedicto XVI se va de excursión a Castel Gandolfo

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