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Dudas sobre la veracidad de la primera clonación de células humanas

El autor principal reconoce tres pequeños errores en la investigación aunque asegura que sus resultados son «reales»

Dudas sobre la veracidad de la primera clonación de células humanas abc

N. RAMÍREZ DE CASTRO

La investigación que situaba a la ciencia más cerca de la clonación humana ha pasado de provocar el asombro generalizado a estar bajo la sombra de la sospecha. El autor principal de la investigación, Shoukhrat Mitalipov , de la Universidad de Oregón (EE.UU), ha reconocido «tres pequeños errores» en su trabajo . Lo ha hecho después de que un comentario anónimo en una web científica denunciara cuatro fallos en la investigación que la semana pasada acaparó la atención científica mundial.

La denuncia se refiere a la presencia de fotos duplicadas que son la prueba de su logro: la obtención de células embrionarias humanas con la técnica que dio origen a la oveja Dolly . Publicó dos veces la misma imagen de células, en una se muestran como células madre embrionarias clónicas y en la misma imagen se asegura que son células madre embrionarias derivadas de embriones convencionales obtenidos por FIV. Se trata de un descuido imperdonable cuando se trata de demostrar por primera vez que se pueden generar células madre embrionarias clónicas de humanos, por primera vez.

Los otros errores se refieren a gráficas en las que se realizan representaciones a través de líneas de puntos para analizar la expresión de genes con una correlación sospechosa que induce a pensar en una cierta manipulación.

Las imágenes y el estudio explicando cómo hicieron el experimento se publicó la semana pasada en «Cell», una de las grandes revistas científicas internacionales. Estas publicaciones cuentan con científicos que escudriñan antes de su publicación cada una de las investigaciones que aspiran a buscar un hueco en sus páginas. Su trabajo es buscar cualquier fallo o error que pusiera en duda la veracidad, pero no ha sido suficiente.

«Fallos inocentes»

Mitalipov, que ha estado esta semana en España, se ha encontrado a su vuelta a Estados Unidos con la denuncia. Recién aterrizado, ha salido al paso de las acusaciones defendiendo la veracidad de su experimento, aunque reconoce fallos. Mitalipov asegura que se trata de «tres errores inocentes», producidos en el proceso de montaje para su publicación. «Los resultados son reales, las líneas celulares son reales y todo es real», dijo este especialista en biología de la reproducción a « Nature News ». También explica que hubo «mucho estrés, mucha tensión» para colocar la secuencia de imágenes que avalaba los resultados.

El investigador no es el único que ha participado en este avance. Uno de los autores principales es el japonés Masahito Tachibana y él también ha reconocido algunos errores «simples». Ambos están buscando una fórmula para añadir a su trabajo un apéndice con los errores detectados que se publicará en la revista «Cell».

Los fallos aparecieron en PubPeer , el sitio online donde se pueden dejar comentarios anónimos tras la publicación de estudios científicos. Y la denuncia no ha pasado inadvertida porque todos los trabajos de clonación se miran con lupa. No sólo por los recelos éticos que despiertan sino por el fiasco de la Universidad de Corea. En 2004 y 2005 el surcoreano Woo Suk Hwang anunció el mismo logro en clonación de embriones humanos y tuvo que reconocer meses después que falseó la información para conseguir los resultados. Hwang consiguió burlar a los comités de revisión de otra revista científica de gran impacto, por eso los pequeños fallos detectados en la investigación de la Universidad de Oregón han encendido todas las alarmas.

Aunque Mitalipov logre explicar lo sucedido, la publicación de errores pone en evidencia la pulcritud de las revistas científicas que avalan los trabajos y les dan valor. Los trabajos que se publican en este tipo de revistas se toman mucho tiempo antes de decidir su publicación. Lo curioso es que el estudio de la Universidad de Oregón sólo necesitó tres días para que fuera aceptado y otros doce para su publicación en la revista «Cell».

El catedrático César Nombela culpa a la revista de precipitación. Desde su punto de vista, la clonación es un asunto muy jugoso por el impacto que puede tener en el resto de medios de comunicación. «Y las revistas científicos sucumben a esa tentación, a sabiendas del impacto que van a tener con la publicación. No es nuevo, ya ocurrió con Hwang».

Precipitación

El propio Mitalipov también ha reconocido cierta prisa por mostrar al mundo sus resultados. «Puede que fuera apresurado, mi intención era publicarlo antes de presentar los resultados en el congreso de la Sociedad Internacional de Investigación en Células Madre que se celebrará el próximo mes.

Tras la publicación de la errata, el investigador asegura que no tiene ningún reparo en mostrar a todo el que quiera cómo se hizo todo el proceso para borrar cualquier sombra de sospecha y demostrar que no hay nada que ocultar. Otros investigadores pidieron ayer que no se hiciera un juicio rápido. «Los autores de los trabajos deberían tener la oportunidad de contestar y corregir errores después de su publicación», reclamó el británico Robin Lovell, experto en Biología de Desarrollo.

Si se confirman los resultados, estaríamos ante la primera vez que se logran embriones clónicos humanos . Su utilización ayudaría a tener células para trasplante y regenerar órganos, sin riesgo de rechazo, pero con todos los reparos éticos.

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