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Reto a los extranjeros II: las expresiones que solo entenderás si eres español
Segunda entrega de frases hechas en castellano que vuelven loco a cualquier extranjero
Reto a los extranjeros II: las expresiones que solo entenderás si eres español
En nuestro idioma, la lista de frases hechas que no tienen sentido para los extranjeros es innumerable. Si los no nativos las traducen se encontrarán con un conjunto de palabras sin ningún sentido . ¿Cómo explicarles que «estar como una chota», «estar como una ... moto», «estar como un pollo» o «estar de uñas» no son frases creadas a lo loco? Para nosotros entenderlas «está chupado».
Una persona que no haya asimilado el castellano como lengua materna tendrá serias dificultades para entender frases como: «No seas plasta y no te metas en camisas de once varas. Ése tiene muchos humos y a ti no te la van a dar con queso. Que no te eche a ti el muerto». La cara de sorpresa que pondría un extranjero al oír esta frase supera cualquier expectativa. ¿Plasta? ¿Una camisa con once varas? ¿Alguien puede ser propietario del humo? ¿Qué tiene que ver un lácteo con echarle un muerto a alguien? Quizá haya que aclararles que «meterse en camisa de once varas» equivale a meterse en problemas, a la vez que «ser un plasta» se asocia a una persona que es muy pesada.
«Tener muchos humos» –o lo que es lo mismo, «tener mucho genio»– es tener mucho carácter, mientras que « dar con queso » se utiliza para «engañar, burlarse de alguien». Por su parte, « e char el muerto » significa huir de las responsabilidades achacándole la culpa a otro. Muy similar a esta última expresión encontramos « comerse el marrón », otra frase nada fácil para los no nativos que tiene cierta vinculación con un tema que nos «da la lata».
La locución «erre que erre» tiene dos posibles orígenesEsta locución podría ser hermana de otra que, además de no ser comprensible si se traduce, es de difícil pronunciación para determinados idiomas. «Erre que erre» está recogida en la RAE traducido como «tercamente» destacando su origen: «De herre que herre, quizá acortación del árabe hispánico 'írr úmmak', la vulva de tu madre , interjección de los arrieros moriscos». Otras fuentes sitúan el nacimiento de esta expresión en que la erre es una consonante muy difícil de articular y, por eso, los parlantes se afanaban en mejorar su sonido repitiendo «erre que erre». Una explicación que daría sentido a la definición de hacer algo continua y repetidamente.
Y es que muchas de las frases que pierden sentido al traducirlas tienen un curioso origen. Entre ellas se encuentra «salvarse por los pelos». Esta locución llegó a quedar reflejada en la Real Orden de 26 de noviembre de 1809 que prohibía cortar el cabello a los miembros de la Marina. El motivo de esta norma es que con el pelo largo era «más fácil» poder rescatarlos del agua en caso de que cayeran al mar, salvándoles así la vida.
El pelo, de lo más recurrente
Además de la llamativa expresión «salvarse por los pelos», en el castellano se encuentran otras locuciones que tienen como protagonista al cabello . « Venir al pelo » se cuela en la RAE como «a punto, con toda exactitud, a medida del deseo».
Otras referencias capilares son «no cortarse ni un pelo» –no tener vergüenza–, «dar para el pelo» –propinar una paliza a alguien–, « no tener pelos en la lengua » –decir sin reparos lo que se piensa– o «echar pelillos a la mar» –reconciliarse–.
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