Una casa de 200 habitaciones para el Papa Francisco
El apartamento papal cuenta con capilla privada, enfermería y gimnasio
laura daniele
El Palacio Apostólico no se construyó pensando en que podía ser la residencia oficial del Papa, ya que su «domicilio en Roma» estaba en el Palacio del Quirinal. Así fue hasta 1871, cuando el Rey Víctor Manuel II decidió confiscar a la Santa Sede este ... edificio obligando al Papa Pío IX, conocido como Pío Nono, a mudarse al Palacio Apostólico. Desde entonces, con algunos vaivenes, el Papa ha vivido en este palacio en el que solo una pequeña parte es residencial. El resto está ocupado por museos o se emplea para la administración de los asuntos oficiales de la Iglesia.
El «hogar» del Santo Padre está alrededor del Cortile di San Dámaso, un patio rectangular con unas vidrieras gigantes que pudimos apreciar durante la despedida del Papa emérito Benedicto XVI antes de coger el coche que lo trasladaría hasta el helipuerto con destino a Castel Gandolfo.
Este patio es el acceso oficial a la residencia del Pontífice y la entrada que utilizan los jefes de Estado y las visitas cuando son recibidos en audiencia privada por el Pontífice.
De las mil habitaciones con las que cuenta el Palacio Apostólico solo 200 sirven como apartamentos residenciales para el Papa, el secretario de Estado, algunos funcionarios y colaboradores más cercanos. Comparado con las colosales dimensiones del edificio, la nueva casa de Francisco , es relativamente pequeña. Cuenta con su habitación, un despacho privado, un baño, una sala de enfermería, un gimnasio, un salón, una cocina y una sala de espera. En la misma planta está el despacho de su secretario personal y una capilla, en la que Francisco podrá celebrar diariamente la misa junto a las personas que le cuidan. La ventana de su despacho sobre la Plaza de San Pedro es sobre la que se asoma todos los domingos para el rezo del Ángelus.
La biblioteca, donde Su Santidad recibe en audiencia a los jefes de Estado y a las personalidades de diferentes ámbitos de la vida social, cultural, económica y política, está una planta más abajo que el apartamento papal. Esta amplia sala está iluminada por tres ventanas y a lo largo de sus cuatro paredes se extienden las vitrinas de la biblioteca. Francisco recorrió ayer estas estancias en compañía del secretario personal de Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gaenswein.
Los que conocen bien al Papa aseguran que es una persona con pocos tesoros terrenales, por lo que su mudanza al Palacio Apostólico no será aparatosa. Su mate (una infusión típica argentina que se toma con bombilla en un cuenco de calabaza) y la camiseta de San Lorenzo son algunas de los objetos personales que se llevará el Papa. Libros le han quedado pocos ya que después de presentar su renuncia a Benedicto XVI como arzobispo de Buenos Aires, tras cumplir los 75 años, donó gran parte de su biblioteca personal a un seminario de la ciudad y a un hogar sacerdotal.
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