El Papa Francisco bromea con los cardenales: «Que Dios les perdone por lo que han hecho»

Ayer, en sus primeras palabras tras el anuncio, el Papa ya había demostrado su carácter afable al expresar: « Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo , pero ya estamos aquí».

Según el arzobispo emérito de Sevilla, el nuevo Papa descansó bien en la primera noche tras su nombramiento como cabeza de la Iglesia católica. Por la mañana, cuando se acercó a saludarle, ni siquiera le dio tiempo a que lo hiciera, porque fue el propio Pontífice el que le abordó y le preguntó qué tal había dormido.

Carlos Amigo aseguró que conocía a Jorge Bergoglio desde hacía «bastantes años» y que, precisamente, dos días antes del Cónclave estuvieron almorzando juntos, junto a un par de arzobispos iberoamericanos.

La elección del nombre de Francisco para ejercer su ministerio es, a su juicio, «un signo de su espiritualidad, de su vida, de este interés por los pobres, por estar cerca de situaciones que hacen sufrir a la gente». Se trata, añadió, de «un signo de lo que desea que sea su pontificado, ser el Papa que se preocupa de las criaturas más insignificantes hasta de lo más sublime», así como del «gozo de las cosas sencillas, amables».

Amigo bromeó con los periodistas por lo inesperado de la elección, ya que el cardenal argentino no se encontraba en la mayor parte de las quinielas publicadas. «Como nosotros no nos enteremos de nada, porque estamos allí, parece que pensaban ustedes de otra manera. A ver si hablan más con el Espíritu Santo», recomendó.