Cierran dos plantas en Reino Unido sospechosas de vender carne de caballo para kebabs y hamburguesas
El ministro de Medio Ambiente ha ordenado la elaboración de un estudio que se hará público este viernes, para determinar el alcance de la «contaminación»
ana mellado
El escándalo de la carne de caballo en Reino Unido, que salpica ahora a la salsa boloñesa de lasañas y espaguetis comercializados por la cadena de supermercados Tesco, podría haberse extendido a toda la cadena alimentaria, según la Agencia de Alimentos Británica (FSA).
Las ... autoridades británicas registraron este martes dos plantas cárnicas del Reino Unido sospechosas de haber utilizado carne equina presentada como bovina en kebabs y hamburguesas. Tras esta redada, se ha ordenado el cierre de ambas instalaciones; un matadero en West Yorkshire (norte de Inglaterra) y una fábrica de tratamiento en Gales, en las que se requisó toda la carne y se incautó de documentos, incluidas listas de consumidores.
«La agencia y la policía están examinando las circunstancias en las que productos cárnicos que aparentaban ser buey para kebabs y hamburguesas se vendían cuando eran en realidad caballo», precisó el comunicado.
Después del cierre de estas dos plantas, la FSA ha advertido de que las investigaciones para esclarecer el origen del contenido equino en productos cárnicos del Reino Unido serán implacables y se prolongarán «hasta que no haya nada que encontrar».
El ministro de Medio Ambiente, Owen Paterson, ha calificado de escandaloso e inaceptable que empresas establecidas en el Reino Unido estén defraudando al consumidor y ha ordenado la elaboración de un estudio que se hará público este viernes, para determinar el alcance de la «contaminación» de carne de caballo.
Posibles efectos adversos
La portavoz de la oposición laborista, Mary Creagh, acusa al Gobierno de David Cameron de «reaccionar con complacencia y sembrar la confusión» con noticias contradictorias sobre el origen de la «contaminación». Creagh asegura haber puesto a disposición de Scotland Yard un cúmulo de información que demuestra la existencia de una de red de fraude sistemático en el escándalo de la carne de caballo, llegando a apuntar la posible implicación de la mafia italiana en el comercio ilegal de carne equina.
Aunque por el momento no se ha hallado ninguna evidencia de que los productos adulterados puedan entrañar daño alguno para la salud, el Colegio de Veterinarios ha dado la voz de alarma y ha pedido que se hagan pruebas para detectar la posible presencia de fenilbutazona, un antiinflamatorio usado frecuentemente en los caballos y que provoca graves efectos adversos, como la anemia aplásica o la supresión de góbulos blancos.
El escándalo sobre la aparición de carne de caballo en productos congelados, principalmente hamburguesas congeladas de la gama Value de Tesco, comenzó en el Reino Unido a principios del mes de enero. Posteriormente el fabricante británico de alimentos Findus UK señaló que algunas de sus lasañas de ternera , suministradas por la compañía proveedora francesa Comigel, contenían carne de caballo, que posteriormente se supo que procedía de Rumanía.
Aunque en un principio, el ministro de Industria irlandés, Simon Coveney, atribuyó a plantas españolas y holandesas el origen de la materia prima equina en productos cárnicos, todas las sospechas apuntan ahora a cinco mataderos en Polonia y un distribuidor en Rumanía, con ramificaciones que se extienden desde Chipre hasta Luxemburgo y que pasan obligatoriamente por la planta de Comigel en el sur de Francia.
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