La OMS recomienda consumir menos de cinco gramos de sal al día

Las últimas recomendaciones de la OMS suponen un esfuerzo más para el consumidor que, se calcula, ingiere diariamente más el doble de esta contidad. Los expertos coinciden en que 75 % de la sal consumida por el ser humano proviene de los alimentos preparados, 15 % de los alimentos que cocinamos y el 10 % restante se encuentra naturalmente en ciertos productos.

De acuerdo con la OMS, la mayoría de las personas siguen pautas alimentarias desequilibradas ya que consumen mucho más sodio que potasio. El sodio se encuentra en la leche, la nata y los huevos que concentran en 100 gramos unos 50 mg de este producto. En los alimentos procesados como el bacon, los platos preparados o los cubitos de caldo esta cantidad aumenta desde 1,500 mg a 20,000 mg por 100 gramos.

La OMS recomienda incrementar el consumo de legumbres como las judías, que contienen 1,300 mg de potasio por 100 gramos, de nueces, que contienen aproximadadmente 600 mg por 100 gramos y de frutas como el plátano, pápayas y dátiles que continene 300 mg de potasio por 100 gramos. Al procesar los alimentos se reducen considerablemente estas cantidades, advierte la organización.

«Tener alta presión sanguínea supone un elevado riesgo de desarrollar una enfermedad del corazón o de tener un infarto, principales causas de mortalidad y de discapacidad a nivel mundial», declaró el director del departamento de nutrición para la salud y el desarrollo, el doctor Francesco Branca, que recomienda tomar precauciones en los niños desde la edad de dos años.

Las recomendaciones de la OMS van dirigidas principalemente a los departamentos de salud pública de los países miembros de la organización para que puedan tomar medidas sanitarias para hacerle frente al aumento constante del número de enfermedades no contagiosas como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas.

Para aumentar el consumo de potasio y reducir el de sodio en el consumo diario habría que modificar el etiquetado de los productos y negociar con la industria alimentaria la cantidad de sal que añaden en sus productos, añade la OMS. También es importante introducir hábitos diferentes al cocinar los alimentos usando más especies para sazonarlos.