A Víctor Parrilla se le iluminan los ojos cuando habla de Sigüenza, el pueblo en el que nació hace 29 años y del que está profundamente enamorado. Fruto de esa pasión, y el deseo de transmitir las bondades y las bellezas de su tierra, le llevaron a crear, junto a su socio Jorge Sopeña, la empresa Sigüenza Visitas Guiadas. Un modelo que va más allá del relato histórico y artístico que atesora esta localidad de poco más de 4.000 habitantes en la que destacan su catedral, donde se aloja la figura del Doncel, y el castillo-palacio de los Obispos.

Víctor busca sumergir a los turistas, quiere que se empapen y sientan lo que ocurría y cómo se construyó cada uno de los innumerables monumentos alojados en la ladera de la sierra de Atienza. Para ello no sólo hay que aprender o memorizar datos y nombres, hay que saber hilarlos y contarlo. “Porque en cada edificio hay mil historias”, señala.

Mil historias que te llevan a ver más allá de las piedras. A través del relato de Víctor entiendes la construcción de la catedral, desde sus orígenes románicos a sus añadidos góticos y sus remates renacentistas. El trabajo de los canteros en las construcciones monumentales, que marcaban con su logo los distintos sillares para poder cobrar después. El origen de los misterios y leyendas de la Catedral más allá de la historia del Doncel, Martín Vázquez de Arce.

Pero donde Víctor se transforma es en la sacristía de la Catedral. Una inmensa sala renacentista con una bóveda de cañón adornada con 304 cabezas grandes y otras 3.000 más de menor tamaño. Una habitación cargada de misterio porque muchas de esas cabezas no se sabe si son personas reales o seres mitológicos.

La pasión a Víctor le viene de su época de niño. Con doce años le entregaron el diploma de guía turístico infantil. Un documento que tiene enmarcado y enseña con orgullo en las oficinas de la empresa. Junto a la Catedral está la sede de la empresa. Un espacio amplio en el que acogen a los turistas y que tiene un pequeño museo de la Guerra Civil con documentos y armas del frente. “Incluido el que llamamos el teléfono de Gila”, dice con una sonrisa Víctor al contar la anécdota del humorista que asegura en sus memorias que luchó en el frente de Sigüenza.

El pequeño museo da paso a una sala de ‘Escape Room’ centrada en la batalla de Sigüenza. Los participantes se tienen que meter en el papel de un miliciano y encontrar pistas y resolver acertijos para escapar de la catedral.

Víctor Parrilla estudió Historia del Arte y luego hizo Turismo. A pesar de su corta edad, ha trabajado para el Ministerio de Cultura, también para el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España y en Paradores.

El amor por su tierra le llevó presentarse en las listas del PP en las pasadas elecciones municipales, donde salió elegido como concejal. Desde el municipio está volcado en impulsar el noveno centenario de la Reconquista, “que ha sido considerado acontecimiento de especial interés público”, señala. Además de volcarse con la candidatura para que la localidad sea reconocida como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Su futuro lo visualiza pegado a su tierra, pero asentando la base para crear un modelo exportable de turismo sostenible “para el mundo rural, no solamente aquí en España, sino para el resto de países. Un modelo que sea realmente sostenible tanto con el paisaje como con el paisanaje, porque aporta un beneficio real tanto a los ciudadanos como a la propia ciudad”, explica.

Víctor tiene muy claro que la evolución del turismo llegará de la mano de la tecnología. Pero tiene muy claro que todas esas herramientas no van a sustituir a las personas. “Creo que todas estas herramientas tecnológicas nos van a ayudar a conocer mucho mejor al cliente y nos permitirá darle un servicio mucho más personalizado”.

Sigüenza es un ejemplo claro del salto hacia el turismo en España en los años setenta. Una década en la que se abrió el Parador en el castillo-palacio de los Obispos y que se ha convertido en el principal motor económico de la localidad. Pero en ese tiempo fue también el despertar turístico de España. Sin embargo, para Víctor, en 2020 “estamos viviendo otro momento de cambio en el turismo y es el cambio mentalidad en donde prima mucho la atención personalizada e individualizada”.