En los alucinantemente expandidos (también en idiotez) años de internet, el mundo de la filosofía y su divulgación han adquirido un enfoque fresco y ‘cool’ gracias a figuras como Nerea Blanco Marañón, una afilada filósofa, divulgadora y escritora que a través de su plataforma Filosofers ha logrado acercar su disciplina a una audiencia más amplia 2.0 interesada en el pensamiento crítico y reflexivo.
Comprensión y disfrute de la filosofía, Blanco Marañón nació en Madrid y comenzó Comunicación Audiovisual antes de virar a Filosofía en la Autónoma de Madrid con otro punto inflexivo: la fundación de Filosofers. «Empecé con la tienda online y el merchandising, decidí que había que hacer la competencia Mr. Wonderful haciendo camisetas y tazas que tuvieran sentido».
‘Merchan’ con mensaje filosófico que derivó en la publicación de libros y la organización de cursos, talleres y conferencias. Hacia la divulgación. Incluso pergeñó el manual de Santillana de primero de Bachillerato. ¿En qué consiste Filosofers exactamente? «Están los influencers, los youtubers pues ¿por qué no puede haber filosofers? Gente que se acerque a la filosofía con un carácter más moderno. Intenté crear una comunidad de todos aquellos a los que nos molaba la filosofía con un poco de chispa y rock and roll».
Blanco Marañón apostó por el rock n’ roll y por sacar su vocación de la Academia y de los anaqueles poco transitados de las bibliotecas hacia la gente joven, normal, y todo ello con las dificultades financieras del autónomo precario y un día a día casi nunca igual: «No hay una jornada estándar. Estoy en mi casa, que es donde tengo el despacho y contesto mails, hago facturas, contenido para redes y delante de la pantalla todo el rato. Luego hay días que me paso la vida en un tren. El otro día estuve como ocho horas».
Mirando hacia el futuro, la ‘filosofer’ es una ‘rara avis’ pues es optimista. «En mi ámbito profesional, tengo la suerte que la divulgación científica se ha puesto muy de moda y de que en el mundo tan de mierda en el que estamos hace mucha falta la divulgación filosófica. Estamos cogiendo bastante carrerilla. Creo que llevamos buen camino y tendremos futuro. Nuestro gran descubrimiento fue darnos cuenta de que la divulgación va más allá de decir ‘Nietzsche dijo, Aristóteles dijo’. Hay que volver a llevar la filosofía a las calles».
Respecto al fantasma de la inteligencia artificial reconoce, por descontado, que puede cambiar el panorama laboral. Pero justamente la IA lo que menos tiene es capacidad creativa y crítica, «que es la que tenemos los filósofos y es muy difícil que llegue a tener esas capacidades. Así que la filosofía va a tener salidas. Increíble pero cierto», comenta irónica. Así que quizá se avecina una edad de oro existencial para los filósofos tras largos años de inseguridad y limitación. ¡Y ojo que igual se vengan con su enorme sentido crítico!
«Redescubrir textos que creíamos perdidos ya no solo es valioso en sí mismo, sino que son testimonios de lagunas en la Historia.»

«Nadie justifica por qué la investigación en Medicina es importante, pero muchas veces no se es consciente del valor que tiene el conocimiento que genera a lo que nos dedicamos»

«El futuro digital y los desafíos humanísticos exigirán una capacidad de estar despiertos muy fuerte. Dejarnos llevar por lo de siempre… ya no nos sirve»


