Medioambiente

La carrera de fondo del biólogo marino

Odei Garcia
Estudia el impacto de los microplásticos en el ecosistema marino

Vídeo ABC

Si uno se plantease la investigación científica en términos de interés mediático, Odei Garcia Garin (30 años) tendría que estar cada día en los medios, convertido en una celebridad, no en vano en sus últimos proyectos combina su objetivo de estudio principal, el impacto de la contaminación marina por microplásticos, con un campo de gran tirón, la inteligencia artificial. Asuntos con buena entrada en los medios, pero insuficientes para evitar que uno de nuestros más brillantes investigadores tenga que buscarse el sustento encadenando becas y proyectos, convertido en ejemplo de la precariedad a la que las instituciones arrojan a nuestros jóvenes más sobresalientes.

Con todo, las dificultades para seguir investigando no desaniman a Odei Garcia, un referente ya en este campo gracias a sus trabajos, todos centrados en tratar de calibrar el impacto de la actividad humana en el ecosistema marino. Ya durante sus estudios de doctorado en la Universidad de Barcelona (UB) –tras graduarse por Biología en la de Girona (UdG)–, se centró en el desarrollo de metodologías para detectar y cuantificar basura marina flotante mediante el análisis con inteligencia artificial de imágenes aéreas. Obtuvo el título de Doctor en Biodiversidad por la UB con distinción Excelente Cum Laude, mención internacional y premio extraordinario, obteniendo la máxima calificación que otorga la universidad.

El trabajo de Odei combina tanto el trabajo de laboratorio como de campo –de mar, para ser precisos–, participando en los últimos cinco años por ejemplo en la Red de Monitoreo del Mediterráneo, siendo responsable de la supervisión de la ruta Barcelona-Tánger para el seguimiento de los vertebrados marinos y la evaluación de amenazas como la basura marina y el tráfico naval.

Gracias a varias becas y ayudas (Banco Santander, Fundació Montcelimar-UB, FPU, Margarita Salas, Erasmus+...) ha realizado estancias de investigación en diversas instituciones, entre ellas Idaea-CSIC, IQOG-CSIC, ICM-CSIC en España, HCMR en Grecia, la Universidad de Lille en Francia, el Centro de Ciencias de Galápagos en Ecuador y la Universidad de Cabo Verde en Cabo Verde, una vuelta a los océanos con la que ha tejido una tupida red internacional de investigadores. De hecho, y ante la perspectiva del fin de su actual beca como investigador postdoctoral Margarita Salas en la UB, no descarta una nueva estancia en el extranjero, paso previo a, de regreso a España, optar a una plaza fija como investigador y docente, camino este último que cultiva y le atrae.

Con el fondo del litoral barcelonés, donde ABC le ha citado, explica que la de investigador es de hecho una carrera de fondo. «Nadie se mete a esto para ganar dinero», explica Odei, que relata con entusiasmo su último reto, el proyecto PLASTICOR. Financiado por el Insititut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio), y trabajando con la Dra. Núria Viladrich, la investigación pretende calibrar el impacto de la contaminación por micro y nanoplásticos en los corales, pero no en los tropicales, más estudiados, sino en los del Mediterráneo.

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