Más de 100.000 hectáreas han ardido este verano en Portugal
Estamos ante una cifra desmesurada para un país de estas dimensiones y supera ampliamente las previsiones del Gobierno socialista, que detallaba un cálculo de únicamente 60.000
Corresponsal en Lisboa
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Iniciar sesiónEl Instituto Portugués de Conservación de la Naturaleza y los Bosques alerta sobre la elevada superficie quemada este verano al otro lado de la frontera: nada menos que 103.000 hectáreas, con el funesto recuerdo de 2017 y su medio millón calcinado.
Estamos ante una cifra desmesurada para un país de estas dimensiones y supera ampliamente las previsiones del Gobierno socialista, que detallaba un cálculo de 60.000 en el denominado Plan Nacional de Acción. Un plan que apenas invierte en inversiones para tratar de dar la vuelta a la situación, lo cual exaspera a muchos portugueses
Se trata de una cantidad valorada en casi cuatro veces más que la registrada el año pasado, lo cual siembra la inquietud con semejante panorama desolador. Solo en la Sierra de la Estrella han ardido ya 25.000 hectáreas, aunque las últimas informaciones de Protección Civil apuntan a que el fuego está hoy cerca de ser controlado (claro que lo mismo señalaron hace poco más de una semana y luego se reactivó con mayor violencia). Ahora el rebrote se ha producido en Alvao, uno 18 de los incendios preocupantes que asolan Portugal en la actualidad. Y eso que han sido movilizados 2.400 efectivos, además de 25 aviones apagafuegos y 700 medios terrestres.
El único indicador que desciende es el de los avisos a Emergencias, no obstante concretado en cerca de 9.000, pero eso no compensa de la gravedad observada en este 2022.
Paulo Fernandes, de la Universidad de Trás-os-Montes, dijo al semanario 'Expresso' que falta una mayor «coordinación» sobre el terreno con el fin de «cerrar perímetros» y facilitar las labores de extinción.
Un colega de Fernandes pone el foco en la anunciada cooperación entre Portugal y España para construir 16 satélites con el objetivo de mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias como los incendios. Serán ocho unidades cada país, que comenzarán a materiaizarse a comienzos de 2023, aunque se lanzarán en 2025 y no estarán operativos hasta 2026.
Si es que son planes que no quedan en papel mojado (como otros), se beneficiarán los dos vecinos ibéricos. Las empresas especializadas, tanto las españolas como las portuguesas, completarán el proyecto con las mismas características técnicas, de acuerdo con las confirmaciones de ambos ministerios de Ciencia y Tecnología.
Pero hablamos de los países que más arden dentro de Europa, no solo debido a las altas temperaturas sino a la actividad delictiva de quienes se afanan en provocar fuego. En consecuencia, la entrada en funcionamiento de este grupo de satélites puede quizá llegar demasiado tarde.
El fuego en el parque natural portugués de la Sierra de la Estrella, a 160 kilómetros de Cáceres, se ha convertido en la mayor pesadilla a causa del fuego en el país vecino. Incluso ahora que su fin puede estar próximo las autoridades no se fían en absoluto. Después de reactivarse con violencia, 17.000 hectáreas de más fueron arrasadas por las llamas, hasta totalizar las 25.000 reconocidas oficialmente.
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Mariano CebriánLos fuertes vientos arrastra al centro peninsular humo y olor a quemado
El desastre medioambiental es un hecho porque la biodiversidad se ha visto muy afectada y el viento ha tenido la culpa de la extensión. Los operarios temen esta nueva ola de calor en curso y los vaivenes de las rachas de viento, que pueden incentivar aún más el fuego en esos parajes y en otros.
Los empleados de Protección Civil y de la Guardia Nacional Republicana reciben llamadas constantes de alerta por incendios y las escenas de pánico no cesan en este verano portugués, con la gente asustada defendiendo sus casas y sus terrenos de manera valiente
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad han detenido ya a 150 sospechosos de agitar incendios. Muchos son considerados como mercenarios a sueldo de las mafias locales que trafican con la recalificación de terrenos.
Faltan soluciones y la Administración continúa impotente año tras año debido a la rapidez en la propagación de las llamas, aliada con el calentamiento global y la sequía terrible que impera en todo el territorio luso, tan castigado en este ámbito como la propia España.
«Creemos que la mayoría de los incendios son provocados y, por tanto, tienen origen criminal», explica con claridad el presidente de la Liga Nacional dos Bombeiros, Jaime Marta Soares. Unas palabras que chocan con la realidad de las bajas penas para los pirómanos, de acuerdo con la legislación vigente.
La Policía Judicial recibió el mensaje y ya se vislumbra un otoño de protestas para reclamar más medios que permitan combatir esta verdadera plaga, que amenaza transformar la naturaleza, los bosques en una suerte de increíble paisaje lunar.
¿Por qué no se hace hincapié en la prevención de incendios? El Ejecutivo socialista debería responder de forma contundente, pues los portugueses están hartos de falsas promesas y verdades a medias, camufladas por anuncios de supuestos planes rimbombantes que, en la práctica, no se cumplen. Así ha sucedido hasta ahora y, por eso, la situación no mejora.
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