Qué es el tabaco calentado que el Gobierno ha regulado como el tabaco convencional y las diferencias con los 'vapers'
Te contamos todos los detalles de la nueva normativa del Gobierno, y cómo te puede afectar si eres uno de sus consumidores habituales
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Nerea Fernández
Sevilla
La historia del tabaco y su regulación en España ha pasado por varias fases en estos últimos veinte años. No serán pocas las personas que aún recuerdan esos tiempos en los que los espacios públicos y cerrados se llenaban de humo, los ojos y ... las gargantas ajenas picaban, y no era necesario salir a la terraza en pleno mes de enero.
Sin embargo, todo eso cambió con la Ley Antitabaco que entró en vigor en el año 2006 y por la cual, se prohibía fumar en lugares en los que antes estaba permitido, como zonas de trabajo, bares, o espacios culturales. Con esta ley, se habilitaban espacios dentro de los propios locales para los 'fumadores' y para los 'no fumadores' Esto duró hasta 2010, momento en el que se decidió extender la prohibición a todos los espacios de uso colectivo.
Si echamos la vista atrás, la evolución de cara a cuidar nuestra salud es evidente y además necesaria. Eso no quita que desde entonces, tanto los consumidores como la propia industria tabacalera hayan tenido que adaptarse a las distintas circunstancias que las leyes han ido exigiendo, y lo han hecho con nuevos productos como el tabaco calentado o los 'vapers'.
Reinventarse o morir
Estas nuevas herramientas para consumir tabaco han ido ganando muchos adeptos a lo largo de los años, pensando (o queriendo convencerse) de que el impacto en su salud es mucho menor que el del tabaco tradicional.
Sin embargo, y aunque es una creencia extendida, diferentes expertos médicos han afirmado que los productos de tabaco calentado (PTC) también conllevan efectos nocivos para la salud de los consumidores. Por esta razón, el Consejo de Ministros ha aprobado este martes un real decreto en el que equipara al tabaco calentado con el tabaco convencional.
¿Qué es el tabaco calentado?
Todos aquellos productos de tabaco calentado son, al fin y al cabo, derivados del tabaco tradicional. La diferencia entre ambos se encuentra en que los PTC se calientan a una temperatura inferior a los 400 grados, mientras que el tabaco de 'toda la vida' llega a experimentar la combustión, según el Ministerio de Sanidad.
Es importante no confundir este tipo de tabaco con los 'vapers'.El tabaco calentado imita la forma de fumar de los cigarrillos electrónicos, ya que usan batería y una fuente de calor, pero en realidad sigue siendo tabaco picado que se calienta, y por lo tanto siempre contiene nicotina y otras sustancias nocivas para el organismo. Por su parte, los 'vapers' lo que tienen es un dispositivo con líquido que puede llevar o no nicotina, pero no tabaco.
¿En qué consiste la nueva normativa?
A estos productos de tabaco calentado se les aplica la Ley de 2005, por lo que su consumo siempre ha estado prohibido en los mismos espacios que el tabaco convencional, al igual que la venta a menores de edad, entre otras cosas.
Sin embargo, con esta nueva normativa se va un paso más allá. Y es que, hasta ahora, los fabricantes de esta «alternativa» defendían que los daños de este tipo de tabaco en la salud del consumidor eran menores que los del tabaco tradicional, pero no hay ninguna base científica que los avale. De hecho, según Sanidad, los PTC también son perjudiciales para la salud y generan adicción.
Por esta razón, este nuevo decreto ha establecido varias normas para los fabricantes y vendedores:
-Queda prohibida la venta del tabaco calentado con aromas, o cualquier otra técnica que modifique su olor o sabor.
-Los fabricantes dispondrán de tres meses para incluir en su envasado las advertencias típicas del tabaco convencional: «El humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas», con las imágenes correspondientes que veríamos en una cajetilla de toda la vida.
En la actualidad, en España se vende un solo tipo de estos productos, el famoso IQOS - «I Quit Ordinary Smoking»- fabricado por Philip Morris. La idea es que, al igual que con el tabaco tradicional, los consumidores opten por esta forma de fumar de manera consciente y bajo su propia responsabilidad, conociendo los efectos negativos del tabaco calentado en su organismo.
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